Incendio en la Biblioteca de la UDO |
Diversos amigos me han preguntado por las causas del incendio de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oriente, evento más reciente en una cadena de destrucción que incluye el incendio de la Biblioteca y el Aula Magna de esa universidad,entre otros daños. Ellos se preocupan y preguntan sí son hechos aislados.
Tristemente no es así.
Las Universidades venezolanas principalmente aquellas que representan el modelo de la institución autónoma, abierta y democrática han estado bajo un ataque sistemático y constante desde hace varios años. Un proceso que ha tenido características de un patrón tan persistente, metódico y que no es posible pensar en otra cosa sino que sea deliberado.
El método de destrucción usual es el estrangulamiento presupuestario. Instituciones que deben literalmente sobrevivir de sobras de un presupuesto muy por debajo de lo mínimo necesario para un funcionamiento decente. Asimismo, la descalificación y desprecio del personal docente a través de sueldos literalmente de hambre.
Por ello, las universidades van resistiendo sin ninguna capacidad de realizar nada más allá de la docencia en condiciones muy precarias: Ésta realizada sin servicios (agua, electricidad, Internet, etc.) bibliografía, laboratorios , ni materiales, con instalaciones cada vez más desmanteladas, donde el cambio de un simple bombillo quemado o el arreglo de un baño dañado es una imposibilidad.
Por supuesto la investigación universitaria es una utopía. Sin financiamiento, apoyo o posibilidades de contacto directo con colegas en el exterior.
Bajo ese contexto muchas instituciones van cayendo en un marasmo administrativo que se refleja en la desesperanza y la perplejidad de la mayor parte de la comunidad universitaria . Situación que sólo se ve punteada por los efectos heroicos de pequeños grupos de docentes, estudiantes y empleados que tratan de mantener el espíritu y misión de esas instituciones.
Pero ese listado de horrores dignos de un nuevo infierno de Dante no parece ser suficientes. Sobre ella se ha instalado un continuo saqueo, vandalismo y destrucción de las instalaciones universitarias.
Las más afectadas han sido las universidades autónomas: UCV, ULA, LUZ, UC y la que ha recibido el daño mayor la UDO.
Otras universidades también han sido golpeadas, pero nunca en la magnitud que lo han sido las autónomas.
En criminología se dice que un asesinato que presenta características atroces muy raramente es producto de un encuentro infortunado con un delincuente que no quiere dejar testigos o que la víctima enfrentó. Por lo contrario, suelen ser la consecuencia del odio y sed de venganza por parte del asesino.
El dolor y la rabia aumentan cuando vemos las reacciones siempre tardías e insuficientes de las autoridades que tienen la obligación de proteger esos bienes que son de la Nación. Y por supuesto su total reluctancia a condenar de manera clara y contundente la destrucción y mucho menos a comprometerse a reconstruir y recuperar los bienes dañados.
Cuál será el efecto a largo plazo de esta guerra contra las universidades. Para regiones tan desasistidas como el Oriente del país la condena al subdesarrollo y a la pobreza al no contar con el ente regional que estudiaba y comprendía sus situaciones y planteaba soluciones válidas.
Para el resto del país, la consecuencia es el declive de las últimas instituciones democráticas, abiertas y tolerantes a todas las corrientes del pensamiento. Instituciones que han sido bastiones de resistencia a la imposición de los mecanismos de control y opresión. Un clavo más en el ataúd de la democracia.
Adicionalmente, desde hace años se conocía que la mayor cantidad de información científica en temas ambientales provenía de las universidades venezolanas. Sin este insumo, todo intento de planificar un cambio para el país es un ejercicio de fantasía.
Personalmente me afecta de manera íntima y dolorosa. Muchas personas queridas y que admiro son parte de la comunidad universitaria venezolana y me duele su estado de absoluta precariedad, sobre todo frente al monstruo de la hiperinflación que sufre el país.
Qué hacer es siempre la pregunta. Lo primero es jamás callar y olvidar estas situaciones y condenar de manera tajante esta barbaridad. En todas las situaciones de injusticia en el mundo ella incrementa cuando las olvidamos.
Igualmente a los venezolanos de todo el mundo y personas de buena fe en todas partes denuncien esta situación en todas las circunstancias que les sea posible. Los que trabajan en universidades hablen en sus instituciones lo que está pasando en Venezuela.
Pueden contactar con personas en las universidades más afectadas y coordinar con ellos formas de ayudar o también apoyar a las organizaciones de derechos humanos que vienen denunciando en las instituciones regionales o globales lo que está pasando.
Pero sobre todo no los ignoren. Ignorar la injusticia es una forma mayor de injusticia.
No las dejemos solas.
#YoDefiendoLaUniversidadVenezolana #SOSUniversidadesVenezolanos #SOSUDO
El ignorante es manipulable. La Universidad está hecha para curar la ignorancia... La conclusión es fácil.
ResponderEliminarsaludos, como profesor universitario de la UPEL, con inmenso estupor, dolor, tristeza e impotencia ,observo como estos maleantes destruyen lo q ha costado años de trabajo, dedicacion , estudio y creacion científica q llevó a nuestras casas de luces a alcanzar un sitial importante a nivel mundial.Ahora pretenden quebrar la reserva moral y ética con unos presupuestos y sueldos q trastocan no sólo la dignidad humana, sino q colocan a nuestras universidades a la más brutal indigencia académica,mientras destruyen de manera inmisericorde nuestra riqueza natural, parques nacionales sin inmutarse.Me niego a dejar morir los sueños de aquella hermosa mujer, como ninguna,linda por sus cuatro puntos cardinales,ahora luce trajes menesterosos,llamada Venezuela
ResponderEliminarEs asi Alejandro. Muy acertado tu análisis. Ya hemos visto como en otras áreas del mundo donde el fanatismo ideológico se ha impuesto, el primer objetivo es reducir o eliminar aquellos centros del conocimiento que puedan generar dudas acerca del objetivo o agenda de estos grupos. El mundo parecía estar convencido que estas actitudes habían sido ya olvidadas después de la última guerra mundial. Sin embargo no es así. Han revivido con mucho más fuerza que antes y ahora nos enfrentamos a unos enemigos mucho más poderosos, tanto que convencen a parte del pueblo que los centros educativos no deben existir.
ResponderEliminarMe parte el alma ver cómo venezuela ha sido destruida por la maldad de carne y hueso, y por supuesto el conocimiento tenía que ser uno de los principales pilares a atacar por los abanderados del mal ... creo, y ojalá así sea, resurgirá un país renovado y mucho más consciente, entonces habremos vencido las fuerzas del mal...
ResponderEliminarEl plan de acabar con la educación de calidad continúa ejecutándose a paso de vencedores.
ResponderEliminarGracias por su articulo. Soy miembro de la academia de la UDO, y vi en primera persona los vandalismos ocurridos al Edif de Ciencias en el 2017-2018, hasta que nos toco al Instituto Oceanográfico en el 2018,2019 y 2020. La capacidad de destruccion vistas en nuestros laboratorios, oficinas y, lo mas sagrado para nosotros, la biblioteca del Oceanografico, es algo nunca visto en Venezuela (creo). Me hace recordar las imagenes vistas en pelicula de las hordas NAZI quemando y destruyendo libros y pertenencias de familias que los NAZI consideraban indeseables. Asi, creo, nos sentimos muchos academicos despues de ver lo sucedido en la UDO-Nucleo de Sucre, Cumana.
ResponderEliminarEl triste episodio de la perdida de conocimiento. La lucha continua, por tu derecho a la educacion, sin discriminacion, sin odio, con amor y progreso.
ResponderEliminarQUE DESGRACIA UNA DE LAS MEJORES BIBLIOTECAS DEL ORIENTE DE VENEZUELA Y TAL VEZ DE VENEZUELA, ALGUN DIA RECOBRAREMOS NUSTRAS CASA DE ESTUDIO, UN SALUDO A LOS SEGUIDORES DE ESTE BLOG
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