El pasado mes de agosto escribí un artículo en el cual me hacía algunas unas preguntas sobre el Plan Nacional de siembra de la Moringa promocionado este año desde el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo y el Agua junto con otros entes del Estado.
Como consecuencia del mismo, recibí este extraordinario texto del profesor de la UNELLEZ, promotor de la sustentabilidad rural, educador ambiental y extraordinaria persona Adolfo Cardozo. Las palabras de Adolfo fueran tan importantes que le solicité permiso para publicarlas en este blog. Las mismas representan una visión cercana y experta de la realidad del campo, así como de lo que representa la siembra de la moringa en Venezuela.
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Me alegra cuando veo en lo patios de las casas arbolitos medicinales de Sauco, de Tua Tua, de Piñon, de frutales como mango, cereza, guayaba, y otros tantos, y también, como ha sido tradición, ver allí un arbolito de Ben, ahora rebautizado como "Moringa"... Siempre el "Ben" ha estado allí, como un arbolito medicinal-nutricional, parte de nuestra sociobiodiversidad.
Ahora parece que es un "mandato" llenar Venezuela de Moringa....
Mi trabajo me lleva a recorrer muchos rincones del país. Como venezolano, me apena ver con mis propios ojos tantas hectáreas de la fulana Moringa, llenas de tiña, maleza y muchas de ellas enfermas, sembradas en monocultivos. Todo lo contrario a lo más elemental de la sostenibilidad en el trópico que es tan generoso cuando hay biodiversidad en los agroecosistemas..
Cientos de especies leñosas nativas, adaptadas ya a cada uno de nuestros ecosistemas regionales y locales esperan por su oportunidad. Mientras otras, como la recién "rebautizada" gozan de la triste gloria y masificación con altas inversiones del presupuesto público, mas por seguir ¿órdenes o caprichos?
Sobre el tema, varios amigos que trabajan en instituciones públicas me han dicho: Adolfo ¿qué más nos queda? Mandaron a sembrarla y a promocionarla ¡tenemos que cargar con ese bacalao! ¿Qué más podemos hacer?
Bueno, siempre hay mucho más que hacer. Por ejemplo, revisar la literatura, hurgar en nuestra propia memoria agrocultural, argumentar y escribir sensatamente sobre el tema. La verdad, uno no termina de aprender.
Yo sabía que se podría hacer tanto y tan buen guiso con ají, tomates, pimentón, cilantro de monte y onoto, pero no sabía que eran tan solicitados los guisos con el arbolito Ben ¿Guisos verdes? Pues que más queda, mirarlos en la mesa del comedor público. Pero lo que es este humilde servidor, como no me agrada la forma como lo preparan ni el "olor" que emana de ellos, .no los consumo. Así son las cosas, como dijera el personaje...
Adolfo F. Cardozo B.
Gracias Adolfo
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