lunes, 17 de febrero de 2020

El borde inexistente de la catástrofe ambiental venezolana





Leo una noticia donde alguien declara a un periódico que "Venezuela está al borde de una hecatombe ambiental".

Ese tipo de declaraciones más que denunciar y buscar soluciones para la terrible situación ambiental que vive actualmente el país, lo que hace es confundir a los lectores y muestra el poco conocimiento sobre el ambiente que tiene el que expresó esa opinión.

Las crisis ambientales son procesos que van escalando y generando consecuencias.

No existe un lugar o situación que esté "al borde" de algo, como si estuviéramos aún a salvo siempre y cuando no demos un paso demás.

Además esa afirmación desconoce la complejidad de los diferentes temas ambientales en los diversos territorios del país, con distintos procesos desarrollándose en paralelo e incidiendo los unos sobre los otros.

Por eso, debido a la crisis ambiental que sufre Venezuela ya muchas personas viven dentro de condiciones de catástrofe ambiental.

Piensen en personas que habitan en sitios que no tienen servicio de agua desde hace varios meses (en algunos casos muchos meses) o donde nunca se recogen los desechos sólidos.

Quizás no podemos entender del todo el nivel de daño de la falta de agua. Pero podemos tratar de comprender la magnitud del desastre en este testimonio de una habitante de una zona popular del estado Carabobo:

“Pocos saben lo que significa vivir casi dos semanas sin agua. Tu vida termina degradándose completamente. Cada aspecto. Es como retroceder y dejar de ser parte de la civilización”

O también los que viven en sitios donde el aire o el alimento está fuertemente contaminado de mercurio. Lugares con niveles de concentración de mercurio tan alto que está aumentando de manera alarmante el número de personas afectadas y de niños nacidos muertos o con graves deficiencias.

Otras personas habitan en zonas que han sufrido procesos de deforestación tan severos que los ríos se están secando o donde y ya no existen los bosques que actuaban como mecanismo de estabilización de los suelos y tienen cada vez un mayor riesgo de ser afectados por un derrumbe o deslave.

Muchos otros viven en zonas inundables o cuyos suelos se desertificaron. O donde fueron agotados los recursos de la biodiversidad de los cuales dependían para su alimentación o economía.

Del primer caso hablamos de cientos de miles de personas como las que fueron afectadas en las inundaciones al sur del país en el 2018. Y cuando hablamos de afectadas queremos decir que muchísimas personas perdieron sus viviendas, cosechas, animales y sus bienes personales. La enorme mayoría eran personas muy pobres. Luego de esa situación quedaron en una situación aún peor.

En el caso de desertificación ya pueblos completos fueron abandonados al perder toda fuente de agua y posibilidad de extraer alguna cosecha de sus suelos agotados.

Por su parte, miles de personas en el estado Sucre quedaron sin capacidad de mantenerse al ir desapareciendo los recursos pesqueros de los que dependían para vivir.

En todos esos casos ¿dónde está el borde? y si esa línea existiese, ya mucha gente la sobrepasó, y cayeron al precipicio. Otros van avanzando hacia cada vez peores condiciones de vida.

Por todo ello es necesario tener cuidado con las ideas simplistas (por no decir otra cosa) sobre temas complejos. Menos unas que hagan creer que "vamos por el mal camino" pero sí se rectifica aún hay tiempo para evitar los daños.

Esta crisis ambiental está afectando de manera muy grave a muchísimos venezolanos y representa una violación masiva de derechos humanos. Aún peor, se convertirá en un importante obstáculo para que el país logre recobrar un nivel mínimo de bienestar.

Además estas frases apocalípticas generan generalmente rechazo o resignación más que acción urgente que es lo que necesitamos.

Por ello debemos unirnos todos para resistir y luchar contra un sistema construido para que un grupo de bandas criminales destruyan el país y su Naturaleza sólo por codicia y perversión.

Más adelante, será necesario iniciar programas nacionales de restauración y educación ambiental que reconstruyan los equilibrios básicos de la Naturaleza y de nuestra relación con ella.

Sólo así podremos recobrar el país próspero y responsable que necesitamos y donde ya nadie hable, ni viva en situaciones borde.


miércoles, 12 de febrero de 2020

Cambio climático, pobreza y desigualdad: Resultados de una encuesta regional latinoamericana


Foto: es.aleteia.org 



Recientemente, aparecieron publicados en un portal de noticias los resultados de una encuesta regional latinoamericana que describe la percepción de los habitantes de distintos países de latinoamericana con respecto a la relación entre el cambio climático, la pobreza y la desigualdad.

Según la reseña de prensa, el estudio fue realizado por la empresa tecnológica chilena StatKnows, en colaboración con el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2. La misma muestra la alta relación que ven los latinoamericanos entre cambio climático, pobreza y desigualdad, y entre gestión climática y justicia.

La empresa que realiza el estudio estableció que "El estudio es estadísticamente representativo de la población mayor de 18 años de América Latina, considerando 17 países de habla hispana de Sudamérica y Centroamérica más Brasil. Se realizó con base en una muestra de 7.232 personas pero que permiten trasladar los resultados a un universo de 430.411.041 personas."

El resultado principal de la misma, es que una alta mayoría (82%) de los habitantes mayores de 18 años de Latinoamérica considera que el cambio climático empeorará la pobreza y la desigualdad en mi país”, y que “los efectos del cambio climático afectarán principalmente a las personas más pobres” (73%).

Asimismo, el 97% de los encuestados considera que sus respectivos países están poco o nada preparados para enfrentar el cambio climático.

Para leer la noticia completa en su fuente original marque aquí

Estos resultados me llevan a preguntarme algunas cosas:

¿Estará incluida Venezuela en la muestra?
Sería muy importante conocer qué piensa la mayoría de las personas de este país sobre esos temas, particularmente los llamados "venezolanos de a pié".

Toda respuesta a priori a esta pregunta pudiera ser engañosa. Esto se debe a que la emergencia humanitaria compleja que afecta al país impacta sobre todos los aspectos de la vida de la población, transformando y menoscabando las vidas y expectativas futuras de todos los venezolanos. Esto es aún peor entre los más afectados por la crisis, aquellos que apenas pueden sobrevivir. Para ellos no hay libertad para pensar en el futuro y menos en sumar más problemas a sus vidas, incluyendo el cambio climático.

¿Qué piensan los gobernantes y líderes políticos y económicos con respecto a esta situación?
Sí estos resultados son consistentes con la percepción mayoritaria de los habitantes de esta región, muestran una  profunda desconexión entre lo que creen y opinan los ciudadanos de los países de Latinoamericana y lo que hacen los gobernantes de estos países. Me vienen a la cabeza ejemplos como los dirigentes actuales de Brasil y por supuesto Venezuela, sin que los demás puedan considerarse  que tengan ni real consciencia del problema, ni voluntad para actuar de manera eficiente.

¿A qué nos retan esos resultados?
Según la encuesta presentada, pareciera que los los latinoamericanos, al menos un número alto de nosotros, tenemos claros algunos aspectos muy importantes de la relación entre la crisis climática y nuestra situación económica y social.

Por ello, el reto para Latinoamérica es convertir este potencial de conocimiento en energía cinética de cambio efectivo.

Tenemos que trabajar para ello y esta acción es mucho más urgente en Venezuela.

En este último caso el trabajo es enormemente difícil debido a las actuales condiciones del país, pero no hacerlo sería traicionar aun mucho más a nuestro pueblo.