Mostrando entradas con la etiqueta Chávez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chávez. Mostrar todas las entradas

viernes, 25 de marzo de 2016

Cadeneta de ideas ambientales en Semana Santa




1. Caimanes: ¡Alerta roja: hay caimanes en Higuerote! Los turistas y la prensa están alarmados. La noticia se trata como si un sanguinario depredador se hubiera colado en una piscina llena de niños.

Los caimanes de la costa, siempre han estado en ese lugar y tengo la esperanza que siempre lo sigan estando. Sus hábitos son nocturnos, furtivos y recelosos de la presencia humana. Por eso se  han mantenido fuera de la mirada del observador poco atento.

Andrés Eloy Seijas, un especialista en estos reptiles, alguna vez me dijo que había contado numerosos caimanes en la generalmente abarrotada Bahía de Tucacas. Claro, los contó de noche cuando ya nadie andaba por allí. De día los caimanes están escondidos en los manglares refugiándose del calor y de los humanos, y solo salen de noche en busca de alimento. También me explicó que estos cocodrilos no tienen el grado de agresividad que tiene el caimán del Orinoco, y creía que  ese comportamiento, junto a sus hábitos nocturnos y cautelosos, les había salvado hasta cierto punto, del peligro de la extinción en el que está su primo llanero.

Realmente la noticia debería ser: ¡Alegrémonos aún hay caimanes en nuestras costas! Pero, hasta ahora esa sencilla explicación no le interesa divulgarla a ninguna autoridad de protección de nuestra biodiversidad. Quizás así se tranquilizaría a la población, lo que facilitaría resguardar a estos magníficos animales. También pudiera investigar cuál es la causa de que estos animales se estén dejando ver durante el día ¿quizás tendrá que ver con la sequía?

2. Sequía: Tenemos también desabastecimiento de lluvias, los embalses se secan y los racionamientos se acentúan, y se vuelven un riesgo grave de enfermedades y pérdida de productividad. Pero cada día la situación se agrava a medida que la falta de lluvias y el calor deseca los reservorios de agua y las familias ya no saben que más hacer para rendir la poca agua que pueden almacenar. Por ahí dicen que la sarna prospera.

¡Es culpa de El Niño! claman a coro las autoridades. Pero lo cierto es que no tuvieron las capacidades técnicas,  ni la vergüenza de actuar cuando debían. El periodista Jeanfreddy Gutiérrez revisó la Memoria y Cuenta del Ministerio de Ecosocialismo y encontró que todas las empresas hidrológicas reportan un muy bajo cumplimiento en las obras que debían implementar para mejorar los servicios de suministro de agua potable a la población. De esas deficiencias culpan a la falta de materiales, equipos, deficiencias de las  contratistas por los retrasos y paralización de obras. No hay niño envuelto en esas sábanas.

Y ahora que la sequía aprieta, no tienen planes para superar la emergencia. Tal vez nos convoquen a salir todos a la calle a cantar en coro: ¡Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva…!

Pero las invocaciones parece que hasta ahora no funcionan y hasta el aire se seca y llena de humo: Lo llaman calima.

3. Calima: Los caraqueños están alarmados. Desde hace varios días la atmósfera del valle se espesa con una bruma gris de olor repulsivo, que irrita los ojos y esconde a nuestra montaña.

Los medios de comunicación rastrean posibles especialistas para preguntarle ¿Qué es eso? ¿Por qué ocurre? ¿Cuáles son sus consecuencias?

Los que saben dicen que la calima o calina es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando el vapor de agua en la atmósfera se mezcla con polvo, hollín y otras partículas. En Caracas es un fenómeno estacional que aparece en el período de sequía, cuando la falta de precipitaciones permite que se mantengan las partículas suspendidas en la atmósfera por largos períodos de tiempo. El INAMEH predice que estará presente hasta que aparezcan las lluvias.

Pero nadie confiesa que en este país no se tienen los medios para medir la contaminación. Lo que permitiría, como en otros países, generar políticas de control y alertas que permitan salvaguardar la salud de las personas. Claro, tampoco hablan que una de las principales causas de contaminación atmosférica en esta época del año es el humo proveniente de los incendios de vegetación.

4. Incendios de vegetación: La alarma cunde entre muchos ambientalistas: ¡Nuestros parques nacionales están ardiendo!

Y no es que estos siniestros sean una novedad en Venezuela, ni que los parques nacionales se hayan librado del fuego en años previos. Lo que asombra e indigna, es el estado de precariedad casi absoluta en que se encuentran los combatientes de incendios. Poco personal, sin equipos, ni medios de transporte, alimento ni agua. En algunos casos se ha tenido que recurrir a la solidaridad ciudadana para recoger algunos insumos mínimos para apoyar su acción. Cuando la presión ciudadana aumenta aparecen algunos apoyos tardíos e insuficientes.

Nadie habla de aviones cisterna, helicópteros, ni vehículos para movilizar al personal. Los que se mostraron en años anteriores ¿dónde estarán? ¿En qué emergencia estarán siendo usados?

Los bomberos forestales a pesar de su titánico esfuerzo y el grave riesgo a que están expuestas sus vidas se convirtieron en meros testigos de la destrucción de nuestro patrimonio biológico. Quizás estén presenciando el principio del fin de nuestros parques nacionales.

5. Parques Nacionales. En Venezuela los parques nacionales se convirtieron en meros destinos turísticos en la mente de algunas autoridades. “Cheverito”, en su momento fue el vocero de la llamada a “aprovechar” nuestras maravillas naturales. Se promovió un turismo “social” que en la práctica es sinónimo de recreación masiva y que no tiene nada que ver, ni le importa que estos espacios estén protegidos por la Constitución y las leyes nacionales supuestamente para salvaguardar sus riquezas biológicas, hídricas y paisajísticas.

La idea quizás es que si todos estamos gozando, no veremos la corrupción, negligencia, incapacidad, los negocios ilícitos y la privatización obscena de nuestros parques nacionales.

Pero el silencio oficial se hace mayor cuando se oculta maliciosamente la relación entre la conservación de los parques nacionales y el Guri.

6. Guri: Es el nombre popular que se le da a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, la cual contribuye con cerca de 70% de la producción eléctrica nacional. Es el que usa un ministro para medir las horas que faltan para el colapso eléctrico nacional. Por supuesto la culpa será de El Niño.

Nadie saldrá a decir que una parte del problema tiene que ver con la destrucción de la cuenca del río Caroní que alimenta ese complejo generador hidroeléctrico.

Es que es feo hablar de la política criminal de abandono, impunidad y complicidad con las mafias del oro que destruyen a la Guayana venezolana. Mucho menos que exista minería incluso dentro del Parque Nacional Canaima. Pero nada de esto  parece preocuparle a unas autoridades ambientales que son como Shakira “Bruta, ciega, sordomuda / Torpe, traste y testaruda… “

A fin de cuentas a quién le importa esa zona llena de mosquitos, malaria y mineros criminales y criminalizados. Lo único que importa son unas onzas de oro en el bolsillo adecuado.

Pero recientemente ya no se habla de onzas, sino de toneladas de oro, coltán, diamantes y otros minerales lo que les ponen los ojos vidriosos a muchos miembros del gabinete ministerial.

Nadie quiere hablar de daños ambientales producto de la minería a gran escala. Además alertar sobre eso es “neoliberal” (el diputado Carreño dixit). Y hablando de neoliberalismos, ya algunos sueñan con verse como flechas lanzadas bien lejos de esta tierra, pero con la botija llena, por un enorme “Arco Minero”.

7. Arco Minero: Proyecto que hizo abjurar al gobierno de sus principios “ecosocialistas”. Los mismos con que dijeron defender nuestro territorio y riquezas naturales de todos los enemigos de la patria: las empresas capitalistas mineras.

Y ahora que fueron olvidadas por el gobierno esas tonterías ideológicas, serán 150 empresas, la mayoría extranjeras, las que tendrán a su cargo devastar a fondo 12% del territorio nacional. Eso sin olvidar a las que fueron expulsadas del país por el presidente Chávez debido a la destrucción ambiental que generaban. Al menos eso dijo la ex ministra Osorio, que estuvo en esos andares.

De lo que no se habla es de cumplimiento de normas constitucionales y legales. Sobre eso únicamente existe un enorme silencio.

8. (El) Silencio: Urbanización en el centro de Caracas donde fueron construidas las torres gemelas del Centro Simón Bolívar, uno de los símbolos de la modernidad caraqueña y sede del Ministerio de la Hipocresía y Mutismo (por alguna gente llamado de Ecosocialismo y Aguas).

Ministerio creado para supuestamente ser el puntal ético del llamado Ecosocialismo. Pero luego de apenas un año es solamente un cascarón vacío sin voz, ni acción, ni moral. Un eterno ausente de todas las decisiones relacionadas con el ambiente que se hacen en el país. Que solo quedó para el triste papel de administrador del racionamiento de agua.

Al final de todo, una institución construida para acompañar la destrucción ambiental de Venezuela con su silencio cómplice.

jueves, 25 de junio de 2015

Y ahora van contra la Sierra de Perijá (Crónicas del neoextractivismo del siglo XXI)



Imagen tomada de: http://venezuelaoriginaria.blogspot.com/

Recientemente, dos jóvenes periodistas venezolanos realizaron sendos reportajes en  relación con el tema de la explotación del carbón en la cuenca del Guasare de la Sierra de Perijá en el estado Zulia. En ellos se describen desde distintas ópticas el proceso de "desarrollo" de este proyecto minero, sus impactos ambientales y sociales, y lo que ahora puede ser mucho peor a través del avance de este proceso de destrucción a raíz del Decreto 1.606 de la Presidencia de la República en el cual se expande de manera muy importante el área afectada. Ello sin ningún miramiento a que se esté contraviniendo la Constitución Nacional, la normativa ambiental del país e incluso la opinión en contra que alguna vez emitió el difunto presidente Hugo Chávez Frías.

Con respecto a estos trabajos periodísticos, por una parte, la muy joven y brillante periodista Ariana Guevara publicó un excelente reportaje en el portal elestimulo.com/climax  que describe la historia y desarrollo de este problema y la campaña desarrollada por la organización ambientalista Homo et Natura en contra de este nuevo ecocidio.



Por carbón, la quema y explosión de la Sierra de Perijá

ARIANA GUEVARA  @ArianaGuevaraG

En Zulia, la producción carbonífera ha generado empleos pero también estragos ambientales. Un decreto presidencial da luz verde al incremento de la actividad con el fin de alimentar una planta termoeléctrica. Promesa de reducir los apagones. Se destruirá el fino equilibrio del ecosistema. A eso se suma la presencia de una empresa china en un proyecto que es rechazado por ambientalistas y habitantes de la región.


Una amenaza silente se cierne sobre una porción de la Sierra de Perijá, en el noroeste del estado Zulia. Aunque suene alarmista, hay razones para hacer tal afirmación: si se llega a concretar la expansión de la minería del carbón —a la que el Gobierno nacional dio luz verde—, los ríos, la vegetación, los suelos y las poblaciones indígenas que forman parte de este ecosistema serán las primeras víctimas. Visto así, pareciera que en lugar de la protección de un paraje privilegiado, la prioridad está en el desarrollo de una economía depredadora, de un proyecto que se lleve todo a su paso.

Si bien en Zulia se explota el carbón desde los años ochenta, una información oficial hizo que se encendieran las alarmas. En febrero de este año se publicó el decreto 1.606, en la Gaceta Oficial 40.599, que transfiere a Carbones del Zulia, filial de Petróleos de Venezuela, los derechos de exploración y explotación carbonífera en una zona de 24.192,14 hectáreas. ¿Y cuál es el problema? Que las minas actuales —Norte y Paso Diablo— abarcan 1.763 hectáreas, con concesiones de un total de 7.250 hectáreas, lo que significa que este instrumento da pie para la ampliación de la actividad.

Lusbi Portillo, coordinador de la ONG Homo et Natura, explica que esa expansión se traduciría en la apertura de minas en los alrededores de los ríos Socuy y Cachirí. La intención, entre otras, es aumentar las cantidades de carbón —en 2014 se produjeron 682.858,72 toneladas métricas en Zulia—, para alimentar un proyecto de carboeléctrica, en el que participará la empresa china Sinohydro con una inversión de 7 millardos de dólares.

Portillo afirma que en noviembre de 2012 Petróleos de Venezuela (Pdvsa) firmó un memorándum de entendimiento con Li Ming, representante de la compañía asiática, para elaborar estudios de ingeniería y financiamiento. “Se reforzaron con la contratación de la empresa india Essar Projects Limited, registrada en los Emiratos Árabes Unidos, el 9 de octubre de 2013, con la firma de su vicepresidente, Jasbir Singh”, señala un documento de la organización.

El decreto que permite la ampliación de la zona minera responde, hasta cierto punto, a los intereses de mantener este proyecto, que comenzaría a construirse en 2013, pero que aún no ha arrancado. Y, aunque el decreto indica con claridad que la explotación estará a cargo de una empresa venezolana, los ambientalistas manejan otra información: Portillo señala que los chinos serán los responsables de la inversión para poner a trabajar las minas a tope y abrir las nuevas, y que tienen ese permiso por 30 años, además de que construirán un puerto y una vía ferroviaria.

Para seguir leyendo el artículo en su fuente original marque aquí

__________________________________________________________


Por su parte, el periodista Jeanfreddy Gutiérrez, escribe en el portal elcambur.com.ve un muy importante y acucioso artículo con un gran despliegue de imágenes, infografías y enlaces a documentos que permiten entender la larga marcha de este proyecto.



PDVSA reimpulsa proyectos carboníferos que fueron suspendidos por Chávez

15 jun, 2015 por Jeanfreddy Gutiérrez


“Así como los derrotamos hace 10 años, los volveremos a derrotar”. Las palabras del activista, biólogo y profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela, Nicanor Cifuentes, junto a indígenas provenientes de la Sierra de Perijá, frente a la sede del Ministerio del Poder Popular para la Energía Eléctrica no son meramente poéticas. Lo dice a pocos metros de un piquete de la Guardia Nacional y a pesar de las llamadas realizadas por los directores del despacho para posponer la reunión “para evitar problemas”. Con la publicación del decreto presidencial No. 1.606 del 10 de febrero de 2015, firmado por Nicolás Maduro, se nacionaliza y retoma la explotación carbonífera, que PDVSA había abandonado en 2005 después de protestas en rebeldía a la decisión del presidente Chávez, que luego de suspender, enfatizó el respeto por la selva y el bienestar de los pueblos indígenas.

Ahora, el decreto se publica tras el anuncio de construcción de una planta carboeléctrica para generar 1000 megavatios de electricidad para el Zulia de parte de la estatal petrolera, que implicaría la extracción y consumo de tres millones de toneladas métricas del mineral, con las graves consecuencias producidas por la tala de árboles para campamentos y minas, así como la contaminación del agua y el aire. Los movimientos sociales, agrupados en el Frente de Resistencia Ecológica del Zulia (FREZ) se han levantado tras haber sido ignoradas sus sugerencias de usar gas natural para evitar los daños ambientales que ya se habían advertido -incluso oficialmente- y reimpulsar el Parque Eólico de La Guajira.

Historia reciente

En 2004 Chávez dijo que quería triplicar la producción de carbón en la región, para impulsar su desarrollo. La protesta de grupos locales por el derrame de 20 mil litros de diésel lo llevó a reconsiderarlo tras una avalancha de protestas. Dos años más tardes expresó que “ese carbón se queda allá abajo”, rechazando la tala de selva y las enfermedades pulmonares producidas en la región, lo que repitió durante varias alocuciones, dando pie al concepto de ecosocialismo.

La moción fue respaldada por la ministra del Ambiente, Jacqueline Faría, quien señaló el inmenso impacto ambiental y las bajas ganancias: 50 dólares por tonelada, contra los entonces 60 del barril de petróleo. Un informe de su despacho, de 2005, demostraba la contaminación localizada del aire y del agua con metales pesados en el río Guasare, con apenas una fracción del aprovechamiento de las minas de carbón, y que al expandirlo aumentarían los riesgos ambientales en toda la biota del río Socuy, que impactarían en los embalses Manuelote y Tulé, que sirven a la ciudad de Maracaibo. Pero también señalaba que este desarrollo generaría 33% de incremento en los impuestos recaudados por la gobernación del Zulia.

Viejos actores, nuevos proyectos

La explotación minera en Zulia data de 1987, con la apertura de Mina Paso Diablo y Mina Norte. Ambas a raíz de la creación de Carbones del Zulia por Fernando Chumaceiro, quien estaba al frente de CorpoZulia. De aquella época datan los proyectos de vías férreas, un segundo puente sobre el Lago de Maracaibo y un puerto de aguas profundas para trasladar el carbón hacia Europa y Estados Unidos. Así reza el libro “El Pozo Ilustrado”, editado por primera vez en 1983 por Petróleos de Venezuela (PDVSA) y que en su cuarta edición aparece firmado por Luis Guisti como presidente de la estatal petrolera, al referirse a la infraestructura necesaria en el capítulo del carbón, en su página 402.



Para seguir leyendo el artículo en su fuente original marque aquí

__________________________________________________________



Estos artículos dejan un largo mal sabor en la boca. Parece que ya no hay un mínimo de respeto por nada, ni siquiera por aquello que alguna vez dijeron que era importante para el gobierno y su ideología: Ni las personas, ni los pueblos indígenas, ni los bosques, ni el ambiente. Ni siquiera la opinión de quién dicen seguir su legado.

Por otra parte, me sigo preguntando si alguien ha oído alguna opinión reciente (aunque sea legitimando esta destrucción) por parte del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas o de sus autoridades, o es que el mutismo es su única estrategia tal como parece hacerse ya habitual con el resto de los problemas ambientales del país.

Para lo quedó el Ecosocialismo,como apoyo del crecimiento del extractivismo depredador en Venezuela. Que tristeza. Pero mi sentimiento no es de derrota, ni de desesperanza, apoyo totalmente la campaña de los ambientalistas zulianos:

 ¡NO A LA EXPLOTACIÓN DEL CARBÓN EN LA SIERRA DE PERIJÁ!





Nota final: Si les interesa el tema del extractivismo como enfoque político y sus repercusiones sociales, políticas y ambientales  les recomiendo la lectura de estos dos artículos de Eduardo Gudynas:

Si eres tan progresista ¿Por qué destruyes la naturaleza? Neoextractivismo, izquierda y alternativas

DIEZ TESIS URGENTES SOBRE EL NUEVO EXTRACTIVISMO. Contextos y demandas bajo el progresismo sudamericano actual