viernes, 25 de marzo de 2016

Cadeneta de ideas ambientales en Semana Santa




1. Caimanes: ¡Alerta roja: hay caimanes en Higuerote! Los turistas y la prensa están alarmados. La noticia se trata como si un sanguinario depredador se hubiera colado en una piscina llena de niños.

Los caimanes de la costa, siempre han estado en ese lugar y tengo la esperanza que siempre lo sigan estando. Sus hábitos son nocturnos, furtivos y recelosos de la presencia humana. Por eso se  han mantenido fuera de la mirada del observador poco atento.

Andrés Eloy Seijas, un especialista en estos reptiles, alguna vez me dijo que había contado numerosos caimanes en la generalmente abarrotada Bahía de Tucacas. Claro, los contó de noche cuando ya nadie andaba por allí. De día los caimanes están escondidos en los manglares refugiándose del calor y de los humanos, y solo salen de noche en busca de alimento. También me explicó que estos cocodrilos no tienen el grado de agresividad que tiene el caimán del Orinoco, y creía que  ese comportamiento, junto a sus hábitos nocturnos y cautelosos, les había salvado hasta cierto punto, del peligro de la extinción en el que está su primo llanero.

Realmente la noticia debería ser: ¡Alegrémonos aún hay caimanes en nuestras costas! Pero, hasta ahora esa sencilla explicación no le interesa divulgarla a ninguna autoridad de protección de nuestra biodiversidad. Quizás así se tranquilizaría a la población, lo que facilitaría resguardar a estos magníficos animales. También pudiera investigar cuál es la causa de que estos animales se estén dejando ver durante el día ¿quizás tendrá que ver con la sequía?

2. Sequía: Tenemos también desabastecimiento de lluvias, los embalses se secan y los racionamientos se acentúan, y se vuelven un riesgo grave de enfermedades y pérdida de productividad. Pero cada día la situación se agrava a medida que la falta de lluvias y el calor deseca los reservorios de agua y las familias ya no saben que más hacer para rendir la poca agua que pueden almacenar. Por ahí dicen que la sarna prospera.

¡Es culpa de El Niño! claman a coro las autoridades. Pero lo cierto es que no tuvieron las capacidades técnicas,  ni la vergüenza de actuar cuando debían. El periodista Jeanfreddy Gutiérrez revisó la Memoria y Cuenta del Ministerio de Ecosocialismo y encontró que todas las empresas hidrológicas reportan un muy bajo cumplimiento en las obras que debían implementar para mejorar los servicios de suministro de agua potable a la población. De esas deficiencias culpan a la falta de materiales, equipos, deficiencias de las  contratistas por los retrasos y paralización de obras. No hay niño envuelto en esas sábanas.

Y ahora que la sequía aprieta, no tienen planes para superar la emergencia. Tal vez nos convoquen a salir todos a la calle a cantar en coro: ¡Que llueva, que llueva, la vieja está en la cueva…!

Pero las invocaciones parece que hasta ahora no funcionan y hasta el aire se seca y llena de humo: Lo llaman calima.

3. Calima: Los caraqueños están alarmados. Desde hace varios días la atmósfera del valle se espesa con una bruma gris de olor repulsivo, que irrita los ojos y esconde a nuestra montaña.

Los medios de comunicación rastrean posibles especialistas para preguntarle ¿Qué es eso? ¿Por qué ocurre? ¿Cuáles son sus consecuencias?

Los que saben dicen que la calima o calina es un fenómeno meteorológico que ocurre cuando el vapor de agua en la atmósfera se mezcla con polvo, hollín y otras partículas. En Caracas es un fenómeno estacional que aparece en el período de sequía, cuando la falta de precipitaciones permite que se mantengan las partículas suspendidas en la atmósfera por largos períodos de tiempo. El INAMEH predice que estará presente hasta que aparezcan las lluvias.

Pero nadie confiesa que en este país no se tienen los medios para medir la contaminación. Lo que permitiría, como en otros países, generar políticas de control y alertas que permitan salvaguardar la salud de las personas. Claro, tampoco hablan que una de las principales causas de contaminación atmosférica en esta época del año es el humo proveniente de los incendios de vegetación.

4. Incendios de vegetación: La alarma cunde entre muchos ambientalistas: ¡Nuestros parques nacionales están ardiendo!

Y no es que estos siniestros sean una novedad en Venezuela, ni que los parques nacionales se hayan librado del fuego en años previos. Lo que asombra e indigna, es el estado de precariedad casi absoluta en que se encuentran los combatientes de incendios. Poco personal, sin equipos, ni medios de transporte, alimento ni agua. En algunos casos se ha tenido que recurrir a la solidaridad ciudadana para recoger algunos insumos mínimos para apoyar su acción. Cuando la presión ciudadana aumenta aparecen algunos apoyos tardíos e insuficientes.

Nadie habla de aviones cisterna, helicópteros, ni vehículos para movilizar al personal. Los que se mostraron en años anteriores ¿dónde estarán? ¿En qué emergencia estarán siendo usados?

Los bomberos forestales a pesar de su titánico esfuerzo y el grave riesgo a que están expuestas sus vidas se convirtieron en meros testigos de la destrucción de nuestro patrimonio biológico. Quizás estén presenciando el principio del fin de nuestros parques nacionales.

5. Parques Nacionales. En Venezuela los parques nacionales se convirtieron en meros destinos turísticos en la mente de algunas autoridades. “Cheverito”, en su momento fue el vocero de la llamada a “aprovechar” nuestras maravillas naturales. Se promovió un turismo “social” que en la práctica es sinónimo de recreación masiva y que no tiene nada que ver, ni le importa que estos espacios estén protegidos por la Constitución y las leyes nacionales supuestamente para salvaguardar sus riquezas biológicas, hídricas y paisajísticas.

La idea quizás es que si todos estamos gozando, no veremos la corrupción, negligencia, incapacidad, los negocios ilícitos y la privatización obscena de nuestros parques nacionales.

Pero el silencio oficial se hace mayor cuando se oculta maliciosamente la relación entre la conservación de los parques nacionales y el Guri.

6. Guri: Es el nombre popular que se le da a la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, la cual contribuye con cerca de 70% de la producción eléctrica nacional. Es el que usa un ministro para medir las horas que faltan para el colapso eléctrico nacional. Por supuesto la culpa será de El Niño.

Nadie saldrá a decir que una parte del problema tiene que ver con la destrucción de la cuenca del río Caroní que alimenta ese complejo generador hidroeléctrico.

Es que es feo hablar de la política criminal de abandono, impunidad y complicidad con las mafias del oro que destruyen a la Guayana venezolana. Mucho menos que exista minería incluso dentro del Parque Nacional Canaima. Pero nada de esto  parece preocuparle a unas autoridades ambientales que son como Shakira “Bruta, ciega, sordomuda / Torpe, traste y testaruda… “

A fin de cuentas a quién le importa esa zona llena de mosquitos, malaria y mineros criminales y criminalizados. Lo único que importa son unas onzas de oro en el bolsillo adecuado.

Pero recientemente ya no se habla de onzas, sino de toneladas de oro, coltán, diamantes y otros minerales lo que les ponen los ojos vidriosos a muchos miembros del gabinete ministerial.

Nadie quiere hablar de daños ambientales producto de la minería a gran escala. Además alertar sobre eso es “neoliberal” (el diputado Carreño dixit). Y hablando de neoliberalismos, ya algunos sueñan con verse como flechas lanzadas bien lejos de esta tierra, pero con la botija llena, por un enorme “Arco Minero”.

7. Arco Minero: Proyecto que hizo abjurar al gobierno de sus principios “ecosocialistas”. Los mismos con que dijeron defender nuestro territorio y riquezas naturales de todos los enemigos de la patria: las empresas capitalistas mineras.

Y ahora que fueron olvidadas por el gobierno esas tonterías ideológicas, serán 150 empresas, la mayoría extranjeras, las que tendrán a su cargo devastar a fondo 12% del territorio nacional. Eso sin olvidar a las que fueron expulsadas del país por el presidente Chávez debido a la destrucción ambiental que generaban. Al menos eso dijo la ex ministra Osorio, que estuvo en esos andares.

De lo que no se habla es de cumplimiento de normas constitucionales y legales. Sobre eso únicamente existe un enorme silencio.

8. (El) Silencio: Urbanización en el centro de Caracas donde fueron construidas las torres gemelas del Centro Simón Bolívar, uno de los símbolos de la modernidad caraqueña y sede del Ministerio de la Hipocresía y Mutismo (por alguna gente llamado de Ecosocialismo y Aguas).

Ministerio creado para supuestamente ser el puntal ético del llamado Ecosocialismo. Pero luego de apenas un año es solamente un cascarón vacío sin voz, ni acción, ni moral. Un eterno ausente de todas las decisiones relacionadas con el ambiente que se hacen en el país. Que solo quedó para el triste papel de administrador del racionamiento de agua.

Al final de todo, una institución construida para acompañar la destrucción ambiental de Venezuela con su silencio cómplice.

martes, 22 de marzo de 2016

Caracas sin agua | un cuento de Gabriel García Márquez

Fuente original de Plaza Venezuela, Caracas
(el conjunto escultórico central actualmente se encuentra en el parque Los Caobos)


Siendo hoy 22 de marzo Día Mundial del Agua, quiero compartir con ustedes un extraordinario cuento, escrito en forma de crónica periodística por Gabriel García Márquez publicado en el año 1958 en la revista "Momento". No sé si ese año hubo una situación grave en materia de agua, sí que fue año de “Niño”. Lo que si estoy seguro es que luego de 58 años nuestra situación sigue siendo tan precaria como la que contó de manera magistral el Gabo.

Tengo la esperanza que en poco tiempo en Venezuela tengamos autoridades verdaderamente competentes que se tomen en serio el trabajo de hacer gestión hídrica integral, que entiendan que los fenómenos meteorológicos son parte normal de la variabilidad ambiental de nuestro planeta y que el cambio climático es una amenaza verdadera y no un tema para jugar a la guerra fría.

Y tan importante como lo anterior que podamos comprender que también es nuestra conciencia y responsabilidad, tal como varias veces nos interpela García Márquez en su casi premonitoria narración.


Caracas sin agua - Gabriel García Márquez


Después de escuchar el boletín radial de las 7 de la mañana, Samuel Burkart, un ingeniero alemán que vivía solo en un pent-house de la avenida Caracas, en San Bernardino, fue al abasto de la esquina a comprar una botella de agua mineral para afeitarse. Era el 6 de junio de 1958. Al contrario de lo que ocurría siempre desde cuando Samuel Burkart llegó a Caracas, 10 años antes, aquella mañana de lunes parecía mortalmente tranquila. De la cercana avenida Urdaneta no llegaba el ruido de los automóviles ni el estampido de las motonetas. Caracas parecía una ciudad fantasma. El calor abrasante de los últimos días había cedido un poco, pero en el cielo alto, de un azul denso, no se movía una sola nube. En los jardines de las quintas, en el islote de la Plaza de la Estrella, los arbustos estaban muertos. Los árboles de las avenidas, de ordinario cubiertos de flores rojas y amarillas en esa época del año, extendían hacia el cielo sus ramazones peladas.

Samuel Burkart tuvo que hacer cola en el abasto para ser atendido por los dos comerciantes portugueses que hablaban con la clientela de un mismo tema, el tema único de los últimos cuarenta días que esa mañana había estallado en la radio y en los periódicos como una explosión dramática: el agua se había agotado en Caracas. La noche anterior se habían anunciado las drásticas restricciones impuestas por el INOS a los últimos 100.000 metros cúbicos almacenados en el dique de La Mariposa. A partir de esa mañana, como consecuencia del verano más intenso que había padecido Caracas después de 79 años, había sido suspendido el suministro de agua. Las últimas reservas se destinaban a los servicios estrictamente esenciales. El gobierno estaba tomando desde hacía 24 horas disposiciones de extrema urgencia para evitar que la población pereciera víctima de la sed. Para garantizar el orden público se habían tomado medidas de emergencia que las brigadas cívicas constituidas por estudiantes y profesionales se encargarían de hacer cumplir.

Las ediciones de los periódicos reducidas a cuatro páginas, estaban destinadas a divulgar las instrucciones oficiales a la población civil sobre la manera como debía proceder para superar la crisis y evitar el pánico.

A Burkart no se le había ocurrido una cosa: sus vecinos tuvieron que preparar el café con agua mineral, le anunció que la venta de jugos de frutas y gaseosas estaba racionada por orden de las autoridades. Cada cliente tenía derecho a una cuota límite de una lata de jugo de fruta y una gaseosa por día, hasta nueva orden. Burkart compró una lata de jugo de naranja y se decidió por una botella de limonada para afeitarse. Sólo cuando fue a hacerlo descubrió que la limonada corta el jabón y no produce espuma. De manera que declaró definitivamente el estado de emergencia y se afeitó con jugo de duraznos.

Primer anuncio de cataclismo: Una señora riega el jardín Con su cerebro alemán perfectamente cuadriculado y sus experiencias de guerra, Samuel Burkart sabía calcular con la debida anticipación el alcance de una noticia. Eso era lo que había hecho, tres meses antes, exactamente el 26 de marzo, cuando leyó en un periódico la siguiente información: “En La Mariposa sólo queda agua para 16 días”.

La capacidad normal del dique de La Mariposa, que surte de agua a Caracas es de 9.500.000 metros cúbicos. En esa fecha a pesar de las reiteradas recomendaciones del INOS para que se economizara el agua, las reservas estaban reducidas a 5.221.854 metros cúbicos. Un meteorólogo declaró a la prensa, en una entrevista no oficial que no llovería antes de junio. Pocas semanas después el suministro de agua se redujo a una cuota que era ya inquietante, a pesar de que la población no le dio la debida importancia: 130.000 metros cúbicos diarios.

Al dirigirse a su trabajo, Samuel Burkart saludaba a una vecina que se sentaba en su jardín desde las 8 de la mañana a regar la hierba. En cierta ocasión le habló de la necesidad de economizar agua. Ella, embutida en una bata de seda con flores rojas, se encogió de hombros. “Son mentiras de los periódicos para meter miedo —replicó—. Mientras haya agua yo regaré mis flores.” El alemán pensó que debía dar cuenta a la policía, como lo hubiera hecho en su país, pero no se atrevió porque pensaba que la mentalidad de los venezolanos era completamente distinta de la suya. A él también le había llamado la atención que las monedas en Venezuela son las únicas que no tienen escrito su valor y pensaba que aquello podía obedecer a una lógica inaccesible para un alemán. Se convenció de eso cuando advirtió que algunas fuentes públicas, aunque no las más importantes, seguían funcionando cuando los periódicos anunciaron, en abril, que las reservas de agua descendían a razón de 150.000 metros cúbicos cada 24 horas. Una semana después se anunció que se estaban produciendo chaparrones artificiales en las cabeceras del Tuy —la fuente vital de Caracas— y que eso había ocasionado un cierto optimismo en las autoridades. Pero a fines de abril no había llovido. Los barrios pobres quedaron sin agua. En los barrios residenciales se restringió el agua a una hora por día. En su oficina, como no tenía nada que hacer, Samuel Burkart utilizó su regla de cálculo para descubrir que si las cosas seguían como hasta entonces habría agua hasta el 22 de mayo. Se equivocó, tal vez por un error en los datos publicados en los periódicos. A fines de mayo el agua seguía restringida, pero algunas amas de casa insistían en regar sus matas. Incluso en un jardín, escondido entre los arbustos, vio una fuente minúscula, abierta durante la hora en que se suministraba el agua. En el mismo edificio donde él vivía, una señora se vanagloriaba de no haber prescindido de su baño diario en ningún momento. Todas las mañanas recogía agua en todos los recipientes disponibles. Ahora, intempestivamente, a pesar de que había sido anunciada con la debida anticipación, la noticia estallaba a todo lo ancho de los periódicos. Las reservas de La Mariposa alcanzaban para 24 horas. Burkart que tenía el complejo de la afeitada diaria, no pudo lavarse ni siquiera los dientes. Se dirigió a la oficina, pensando que tal vez en ningún momento de la guerra, ni aun cuando participó en la retirada del AfricaKorp, en pleno desierto, se había sentido de tal modo amenazado por la sed.

En las calles, las ratas mueren de sed. El gobierno pide serenidad.

Por primera vez en 10 años, Burkart se dirigió a pie a su oficina, situada a pocos pasos del Ministerio de Comunicaciones. No se atrevió a utilizar su automóvil por temor a que se recalentara. No todos los habitantes de Caracas fueron tan precavidos. En la primera bomba de gasolina que encontró había una cola de automóviles y un grupo de conductores vociferantes, discutiendo con el propietario. Habían llenado sus tanques de gasolina con la esperanza que se les suministrara agua como en los tiempos normales. Pero no había nada que hacer. Sencillamente no había agua para los automóviles. La avenida Urdaneta estaba desconocida: no más de 10 vehículos a las 9 de la mañana. En el centro de la calle, había unos automóviles recalentados, abandonados por los propietarios. Los bares y restaurantes no abrieron sus puertas. Colgaron un letrero en las cortinas metálicas: “Cerrado por falta de agua”. Esa mañana se había anunciado que los autobuses prestarían un servicio regular en las horas de mayor congestión. En los paraderos, las colas tenían varias cuadras desde las 7 de la mañana. El resto de la avenida un aspecto normal, con sus aceras, pero en los edificios no se trabajaba: todo el mundo estaba en las ventanas. Burkart preguntó a un compañero de oficina, venezolano, qué hacía toda la gente en las ventanas, y él le respondió:

—Están viendo la falta de agua.

A las 12, el calor se desplomó sobre Caracas. Sólo entonces empezó la inquietud. Durante toda la mañana, camiones del INOS con capacidad hasta para 20.000 litros repartieron agua en los barrios residenciales. Con el acondicionamiento de los camiones cisternas de las compañías petroleras, se dispuso de 300 vehículos para transportar agua hasta la capital. Cada uno de ellos, según cálculos oficiales, podía hacer hasta 7 viajes al día. Pero un inconveniente imprevisto obstaculizó los proyectos: las vías de acceso se congestionaron desde las 10 de la mañana. La población sedienta, especialmente en los barrios pobres, se precipitó sobre los vehículos cisternas y fue preciso la intervención de la fuerza pública para restablecer el orden. Los habitantes de los cerros, desesperados, seguros de que los camiones de abastecimiento no podían llegar hasta sus casas, descendieron en busca de agua. Las camionetas de las brigadas universitarias, provistas de altoparlantes, lograron evitar el agua. A las 12.30 el Presidente de la Junta de Gobierno, a través de la Radio Nacional, la única cuyos programas no habían sido limitados, pidió serenidad a la población, en un discurso de 4 minutos. En seguida, en intervenciones muy breves, hablaron los dirigentes políticos, un representante del Frente Universitario y el Presidente de la Junta Patriótica. Burkart, que había presenciado la revolución popular contra Pérez Jiménez, cinco meses antes, tenía una experiencia: el pueblo de Caracas es notablemente disciplinado. Sobre todo, es muy sensible a las campañas coordinadas de radio, prensa, televisión y volantes. No le cabía la menor duda de que ese pueblo sabría responder también a aquella emergencia. Por eso lo único que le preocupaba en ese momento era su sed. Descendió por las escaleras del viejo edificio donde estaba situada su oficina y en el descanso encontró una rata muerta. No le dio ninguna importancia. Pero esa tarde cuando subió al balcón de su casa a tomar fresco después de haber consumido un litro de agua que le suministró el camión cisterna que pasó por su casa a las 2, vio un tumulto en la Plaza de la Estrella. Los curiosos asistían a un espectáculo terrible: de todas las casas, salían animales enloquecidos por la sed.

Gatos, perros, ratones, salían a la calle en busca de alivio para sus gargantas resecas. Esa noche a las 10, se impuso el toque de queda. En el silencio de la noche ardiente sólo se escuchaba el ruido de los camiones del aseo, prestando un servicio extraordinario: primero en las calles y luego en el interior de las casas, se recogían los cadáver de los animales muertos de sed.

Huyendo hacia Los Teques. Una multitud muere de insolación.

48 horas después de que la sequía llegó a su punto culminante, la ciudad quedó completamente paralizada. El gobierno de los Estados Unidos envió, desde Panamá, un convoy de aviones cargados con tambores de agua. Las Fuerzas Aéreas Venezolanas y las compañías comerciales, que prestan servicio en el país, sustituyeron sus actividades normales por un servicio extraordinario de transporte de agua. Los aeródromos de Maiquetía y La Carlota fueron cerrados al tráfico internacional y destinados exclusivamente a esa operación de emergencia. Pero cuando se logró organizar la distribución urbana, el 30% del agua transportada se había evaporado a causa del calor intenso. En las Mercedes y en Sabana Grande, la policía incautó, el 7 de junio en la noche, varios camiones piratas, que llegaron a vender clandestinamente el litro de agua hasta a 20 bolívares. En San Agustín del Sur, el pueblo dio cuenta de otros dos camiones piratas, y repartió su contenido, dentro de un orden ejemplar, entre la población infantil. Gracias a la disciplina y el sentido de solidaridad del pueblo, en la noche del 8 de junio no se había registrado ninguna víctima de la sed. Pero desde el atardecer, un olor penetrante invadió las calles de la ciudad. Al anochecer, el olor se había hecho insoportable. Samuel Burkart descendió a la esquina con la botella vacía, a las 8 de la noche, e hizo una ordenada cola de media hora para recibir su litro de agua de un camión cisterna conducido por boy-scouts. Observó un detalle: sus vecinos, que hasta entonces habían tomado las cosas un poco a la ligera, que habían procurado convertir la crisis en una especie de carnaval, empezaban a alarmarse seriamente. En especial a causa de los rumores. A partir de mediodía, al mismo tiempo que el mal olor, una ola de rumores alarmistas se habían extendido por todo el sector. Se decía que a causa de la terrible sequedad, los cerros vecinos, los parques de Caracas, comenzaban a incendiarse. No habría nada que hacer cuando se desencadenara el fuego. El cuerpo de bomberos no dispondría de medios para combatirlo. Al día siguiente, según anuncio de la Radio Nacional, no circularían periódicos. Como las emisoras de radio habían suspendido sus emisiones y sólo podían escucharse tres boletines diarios de la Radio Nacional, la ciudad estaba, en cierta manera, a merced de los rumores. Se transmitían por teléfono y en la mayoría de los casos eran mensajes anónimos. Burkart había oído decir esa tarde que familias enteras estaban abandonando a Caracas. Como no había medios de transporte el éxodo se intentaba a pie, en especial hacia Maracay. Un rumor aseguraba que esa tarde, en la vieja carretera de Los Teques, una muchedumbre empavorecida que trataba de huir de Caracas había sucumbido a la insolación. Los cadáveres expuestos al aire libre, se decía, eran el origen del mal olor. Burkart encontraba exagerada aquella explicación, pero advirtió que, por lo menos en su sector, había un principio de pánico.

Una camioneta del Frente Estudiantil se detuvo junto al camión cisterna. Los curiosos se precipitaron hacia ella, ansiosos de confirmar los rumores. Un estudiante subió a la capota y ofreció responder, por turnos, a todas las preguntas. Según él, la noticia de la muchedumbre muerta en la carretera de Los Teques era absolutamente falsa. Además, era absurdo pensar que ese fuera el origen de los malos olores. Los cadáveres no podían descomponerse hasta ese grado en cuatro o cinco horas. Se aseguró que los bosques y parques estaban colaborando en una forma heroica y que dentro de pocas horas llegaría a Caracas, procedente de todo el país, una cantidad de agua suficiente para garantizar la higiene. Se rogó transmitir por teléfono estas noticias, con la advertencia de que los rumores alarmantes eran sembrados por elementos perezjimenistas.

En el silencio total, falta un minuto para la hora cero.

Samuel Burkart regresó a su casa con un litro de agua a las 6.45, con el propósito de escuchar el boletín de la Radio Nacional, a las 7. Encontró en su camino a la vecina que, en abril, aún regaba las flores de su jardín. Estaba indignada contra el INOS, por no haber previsto aquella situación. Burkart pensó que la irresponsabilidad de su vecina no tenía límites.

—La culpa es de la gente como usted, dijo, indignado. El INOS pidió a tiempo que se economizara el agua. Usted no hizo caso. Ahora estamos pagando las consecuencias.

El boletín de la Radio Nacional se limitó a repetir las informaciones suministradas por los estudiantes. Burkart comprendió que la situación estaba llegando a su punto crítico. A pesar de que las autoridades trataban de evitar la desmoralización, era evidente que el estado de cosas no era tan tranquilizador como lo presentaban las autoridades. Se ignoraba un aspecto importante: la economía. La ciudad estaba totalmente paralizada. El abastecimiento había sido limitado y en las próximas horas faltarían los alimentos. Sorprendida por la crisis, la población no disponía de dinero efectivo. Los almacenes, las empresas, los bancos, estaban cerrados. Los abastos de los barrios empezaban a cerrar sus puertas a falta de surtido: las existencias habían sido agotadas. Cuando Burkart cerró el radio comprendió que Caracas estaba llegando a su hora cero.


En el silencio mortal de las 9 de la noche, el calor subió a un grado insoportable, Burkart abrió puertas y ventanas pero se sintió asfixiado por la sequedad de la atmósfera y por el olor, cada vez más penetrante. Calculó minuciosamente su litro de agua y reservó cinco centímetros cúbicos para afeitarse el día siguiente. Para él, ese era el problema más importante: la afeitada diaria. La sed producida por los alimentos secos empezaba a hacer estragos en su organismo. Había prescindido, por recomendación de la Radio Nacional de los alimentos salados. Pero estaba seguro de que el día siguiente su organismo empezaría a dar síntomas de desfallecimiento. Se desnudó por completo, tomó un sorbo de agua y se acostó boca abajo en la cama ardiente, sintiendo en los oídos la profunda palpitación del silencio. A veces, muy remota, la sirena de una ambulancia rasgaba el sopor del toque de queda. Burkart cerró los ojos y soñó que entraba en el puerto de Hamburgo, en un barco negro, con una franja blanca pintada en la borda, con pintura luminosa. Cuando el barco atracaba, oyó, lejana, la gritería de los muelles. Entonces despertó sobresaltado. Sintió, en todos los pisos del edificio, un tropel humano que se precipitaba hacia la calle. Una ráfaga cargada de agua tibia y pura, penetró por su ventana. Necesitó varios segundos para darse cuenta de lo que pasaba: llovía a chorros




jueves, 10 de marzo de 2016

Todo lo que usted debería saber sobre el arco minero del Orinoco… y ya apareció en prensa

Resultados de una recopilación de artículos de prensa



Un poco de contexto:

El pasado 24 de febrero de este año, el Ejecutivo Nacional decretó la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco. Decisión que es la reactivación de un proyecto impulsado que el desaparecido presidente Chávez había presentado en el año 2011.

En el momento de la presentación pública ante los medios de comunicación, el presidente Maduro habló de que se realizaría “de acuerdo con los principios del Bolivarianismo y el Ecosocialismo… de manera respetuosa con el ambiente”. Igualmente indicó que “los proyectos que se realizarán en esta zona estratégica tendrán como centro la conservación del ambiente y el desarrollo social” (las cursivas son mías)

Por su parte, el ministro para Petróleo y Minería, Eulogio del Pino, afirmó que la explotación se realizaría “preservando los recursos naturales y las culturas originarias” (las cursivas son mías)

En ninguno de estos casos se aclaró como se garantizaría este propósito ambiental, ni se hizo mención a las normas constitucionales y legales que amparan los derechos ambientales de los venezolanos y en particular de los pueblos indígenas y criollos que viven en la región a ser intervenida en este proyecto.

Por otra parte, será necesario tomar en cuenta algunos datos básicos: La superficie considerada en el proyecto es de más de 111.800 Km2. Es decir de más del 12% del territorio nacional y sólo un poco menor a la de los estados Apure y Anzoátegui combinados (*1 ) Asimismo, se informó que podrán ser incorporadas más de 150 empresas, en su mayoría extranjeras. Otro aspecto considerado son los minerales que serían explotados que incluyen: oro, coltán, diamantes, hierro y bauxita.

La recopilación

Tratar de entender las posibles consecuencias de esta decisión gubernamental puede ser una tarea difícil, aún en el caso de que tengamos la fuerte sensación de muy grave error. Por ello quizás vale la pena leer las opiniones que diversos autores han publicado en los medios de comunicación con respecto a este tema, de tal manera de hacernos una mejor idea al respecto.

Para facilitar revisar estas ideas y poder construir nuestro propio criterio, reuní un grupo de artículos aparecidos en distintos medios de comunicación con respecto a la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco y en particular su dimensión ambiental.

No tengo pretensiones de totalidad, seleccioné diez artículos (y un “bonus track”) que me parecieron personalmente interesantes. Tampoco considero que la recopilación sea “objetiva”, aunque escogí artículos provenientes de diversas formas de pensamiento, pero en todo caso considero que los mismos pueden ser útiles como insumo para analizar y discutir, desde un enfoque ambiental y social, las consecuencias de esta decisión gubernamental.

Por otra parte, en cada artículo seleccioné algunas frases que me parecieron resaltantes o que resume el elemento central del artículo, de tal manera de ayudar a las personas que no tienen tiempo de revisar todos los artículos. En cualquier caso no se pierdan de leer en extenso algunos de ellos que tienen mucha substancia e intensidad.

Los artículos:


Arco Minero llega a su tercer lanzamiento desde 2012 en forma de “motor productivo”

Vale la pena empezar leyendo este artículo del periodista Jeanfreddy Gutiérrez que nos describe la secuencia de decisiones que llevó al Ejecutivo Nacional hasta este momento y lo coloca en el contexto de la realidad minera actual. Este artículo es el único que presenta las consideraciones ambientales que se presentan en el decreto de creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Arco Minero del Orinoco. Asimismo el artículo contiene enlaces a los decretos y otras informaciones importantes sobre este tema.

Frases resaltantes:

“…la ONG Laboratorio de Paz, que ha documentado las denuncias de persecución y asesinato de indígenas en el Amazonas por parte de guerrilleros colombianos y mafias que involucran a militares venezolanos, así como minería ilegal y contrabando hacia Colombia y Brasil, ha criticado el nuevo anuncio, al señalar que como antes se violó el artículo 120 de la Constitución, que exige una consulta pública e informada a los pueblos indígenas para este tipo de concesiones.” (las cursivas son mías)

“La nueva Zona de Desarrollo Estratégico Arco Minero del Orinoco, declarada así en 2016, excluye los territorios de Amazonas así como 55 mil kilómetros cuadrados en comparación con el plan del 2012, lo que cumple con el marco legal vigente. Los anuncios presidenciales resaltaron que la explotación minera sería con respeto a los pueblos indígenas y la biodiversidad. Un enfoque distinto a 2012, cuando se admitían el impacto ambiental de la extracción minera, como la deforestación, para lo cual habría acciones para remediar los efectos negativos.”

Venezuela firma la peor sentencia de "ecocidio" en su historia

Con este título lapidario, el periodista Daniel Delgado analiza la historia y posibles efectos de este proyecto y desnuda los increíbles cambios en la política ambiental en los gobiernos recientes que lo llevaron en un pasado reciente a denunciar a las empresas mineras por destructoras del ambiente y ahora a asociarse con ellas, sin ningún rubor.

Frases resaltantes:

“Cuando Ana Elisa Osorio fue ministra del Ambiente, firmó una resolución donde señalaba la decisión de revocar el permiso ambiental a la empresa Gold Reserve en sus operaciones en el proyecto "Las Brisas", Inc. (en la misma área donde ahora se les otorgo la concesión) pues se verificó el daño ambiental e irreversible en el área de influencia… La Ministra en ese entonces declaró que "No se otorgarán permisos ambientales para la explotación de minas a cielo abierto pues esto causa degradación ambiental"… "Estos permisos no son negociables, por su afectación al ambiente y a las comunidades que viven en el mismo" ". (las cursivas son mías)

Ninguna actividad industrial es tan agresiva ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo abierto a tal punto que en los países desarrollados está prohibida esta práctica. Un ejemplo de ello, de no permitir este tipo de ecocidios en su ambiente es Canadá, país de origen de la Gold Reserve.” (las cursivas son mías)

Alexander Luzardo: Plan del Arco Minero conduciría al colapso del Guri

En este artículo publicado en el Portal El Estímulo se reseña una entrevista televisiva en el cual el antropólogo y ex senador Alexander Luzardo criticó el plan del arco minero y argumentó que su implementación tendría efectos ambientales, económicos y sociales enormes.

Frases resaltantes:
“Luzardo aseveró que cada vez que bajan los precios del petróleo sale un plan inmediatista que pone en peligro las reservas de agua del país. Además, aseguró que este plan minero conduciría al colapso de la hidroeléctrica del Guri y el sacrificio de los bosques de Imataca.”(las cursivas son mías)

Alexander Luzardo manifestó que el presidente Nicolás Maduro, su gabinete y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana no pueden convertirse en “garimpeiros”.” (las cursivas son mías)

Para ver la entrevista completa a Alexander Luzardo, la misma se encuentra en este enlace

Explotación del Arco Minero afectará sustancialmente el recurso hídrico del país

Un artículo muy completo del periodista Daniel Delgado y publicado en su página Web Ecoscopio en el cual reúne diferentes puntos de vista en relación con el proyecto del Arco Minero, siendo resaltante su entrevista al diputado Pedro Carreño (no se pierdan estas declaraciones).

Frases resaltantes:

“Debido la alerta que esto significa (los daños ambientales que podría producir este proyecto), entrevistamos al diputado Pedro Carreño, quien fue designado coordinador de la Comisión de Ambiente y Turismo del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), quien dijo desconocer que este tipo de actividad “extractivista”, sea verdaderamente dañina al medio ambiente. “Eso es un supuesto”, contestó. Ante la pregunta si habían consultado a los pueblos indígenas afectados con la medida, como lo establece la Ley de Pueblos y Comunidades Indígenas del país, dijo que “el Presidente de la República dice el qué y el ministro que tiene la competencia debe cumplir con el cómo”, desestimando igualmente cualquier consulta. Por último señaló que ser un detractor de estos planes significa estar aliado a un criterio “neoliberal, de los países que se denominan del primer mundo para que los pueblos no puedan acceder a sus recursos y luego venir a explotarlos ellos”.” (las cursivas son mías)

“Voceros de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Amazonia (COIAM) han sido enfáticos al manifestar que la explotación del Arco Minero del Orinoco y de la Faja Petrolífera del Orinoco “no es otra cosa que la destrucción de los estados Guárico, Anzoátegui, Monagas, Bolívar y Amazona, la contaminación de los ríos Orinoco y Apure con todos sus afluentes y el Delta del río Orinoco, los humedales de Monagas y el Amazonía venezolana”.” (las cursivas son mías)

Líderes indígenas rechazan activación del Arco Minero del Orinoco
Con respecto al punto de vista indígena sobre este proyecto, la ONG de defensa de derechos humanos PROVEA, en su portal Derechos.org, publicó la opinión de Gregorio Mirabal, coordinador general de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Amazonas (ORPIA):

Frases resaltantes:

(Este proyecto) “…pretende explotar minerales en territorios habitados por comunidades Baniva, Piaroa, Yekuana y Jivi, quienes ya sufren amenazas a su modo de vida debido al auge de la minería ilegal, la militarización de sus territorios y la presencia de grupos irregulares armados en sus hábitats.” (las cursivas son mías)

Igualmente el artículo se expone que “La COIAM rechazó la implementación inconsulta del Arco Minero del Orinoco, y denunció estos planes como la continuidad de una política desarrollista y extractivista con “marcados matices capitalistas y contraria a nuestra concepción sobre la vida y la madre naturaleza como bien primordial para el sustento colectivo”.” (las cursivas son mías)

“Provea, junto a las comunidades y organizaciones indígenas, promoverá la articulación de esfuerzos para denunciar y declarar la inconstitucional imposición del plan Arco Minero del Orinoco, y exigir la garantía del derecho a la consulta previa y el incumplimiento de la obligación estatal de avanzar en el proceso definitivo de demarcación de tierras indígenas, elemento imprescindible para el pleno disfrute de los derechos de los pueblos originarios del país.” ” (las cursivas son mías)

“Arco Minero del Orinoco”, un decreto que ignora a los pueblos indígenas
Asimismo, desde el punto de vista indígena, considero muy importante revisar el artículo de Alfredo González Núñez, líder Wayúu del clan Uliana, el cual fue publicado por la Revista “Sic” del Centro Gumilla.

Frases resaltantes:

“Este decreto inconsulto de extractivismo del gobierno venezolano es una afrenta al discurso de reivindicación y reconocimientos de los derechos de los pueblos indígenas consagrados en la Constitución Nacional y la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas” (las cursivas son mías)

Demostrando un cinismo marcado, el gobierno expresó que esto representa la puesta en práctica de una supuesta doctrina “ecosocialista”, cuando en realidad estos planes entreguistas son acuerdos que lesionan la soberanía, avalan el saqueo, violan los derechos territoriales de los pueblos indígenas y amenazan con una destrucción ambiental sin precedentes, en su desespero por obtener divisas para atender sus compromisos con acreedores internacionales, sus empresarios nacionales y la cúpula militar” ” (las cursivas son mías)

Provea: Arco Minero suspende garantías constitucionales en 12,2% del territorio

La periodista Isabel Guerrero Villasmil reporta las declaraciones de la ONG defensora de los derechos humanos PROVEA, en la cual declara su desacuerdo con las restricciones y omisiones presentes en el decreto de creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, los cuales según su entender violan derechos y garantía constitucionales.

Frases resaltantes:

Se formaliza incumpliendo las obligaciones constitucionales de realizar estudios de impacto ambiental y sociocultural en las actividades susceptibles de generar daños a los ecosistemas (artículo 129) así como consultar de manera previa, libre e informada a los pueblos originarios cuando se aprovechen recursos naturales en hábitats indígenas (artículo 120, Convenio 169 de la OIT). Según el Censo del año 2011 en el estado Bolívar habitan 54.686 personas indígenas, mientras que como registró el mapa editado en el 2010 por el Ministerio de Pueblos Indígenas, dentro del territorio decretado como AMO habitarían los pueblos Inga, Mapoyo, Eñepá, Kariña, Arawak y Akawako, cuyo modo de vida sería afectado por la actividad minera”.” ” (las cursivas son mías)

Provea manifiesta que el decreto puede interpretarse como la proscripción del derecho a la manifestación pacífica –“los sujetos que ejecuten o promuevan actuaciones materiales tendentes a la obstaculización de las operaciones totales o parciales de las actividades productivas (…) serán sancionados-” y el derecho a la huelga –“los organismos de seguridad de Estado llevarán a cabo las acciones inmediatas necesarias para salvaguardar el normal desenvolvimiento de las actividades”, según cita.” ” (las cursivas son mías)

A propósito de Tumeremo, la minería ilegal en Amazonas, cómo llegamos a esto

Un artículo muy duro y muy completo sobre la situación de la minería en Amazonas, escrito por el biólogo Íñigo Narbaiza, muy conocedor de ésta situación en primera persona y publicado por el Portal Aporrea:

Frases resaltantes:

“El problema de la minería ilegal en el estado Amazonas se ha venido incrementando de manera grotesca en los últimos tiempos, donde la mayor parte de la dirigencia política del Proceso en Amazonas calma su conciencia observando las largas e inhumanas colas de Mercal señalando y sentenciando con su dedito "ahí está el socialismo" mientras se enriquecen a un ritmo pocas veces visto en la historia del país, construyendo una nueva oligarquía mafiosa aliada a la anterior. La realidad de la minería y el contrabando en Amazonas y Bolívar parece tornarse incompatible con ella misma, mucho más extraña que el realismo mágico.” ” (las cursivas son mías)

“Actualmente el estado Amazonas está invadido, está siendo saqueado, su población nativa está siendo ganada para una cultura minero-mafiosa y narco-paramilitar, fomentando la prostitución, el trabajo esclavo, el sicariato y la introducción de toda clase de enfermedades que están diezmando principalmente a los niños de las comunidades yanomami donde los servicios de salud tienen más dificultades para llegar, además de la contaminación con mercurio; pero no se trata del Imperio. Se extraen minerales estratégicos, algunos de importancia que muchos de nuestros funcionarios responsables de evitarlo, cuando no son miembros de las mismas mafias, no conocen, ni se preocupan por conocer; se investigan y saquean nuestros recursos genéticos con logística militar nacional y con participación de investigadores y técnicos de diferentes universidades nacionales al servicio de intereses extranjeros.” (Todo este párrafo es un resumen extraordinario de la actual situación de los estados Amazonas y Bolívar)

“¿Estado Amazonas o futura república mafiosa "independiente"? Todo lo que ocurre, ocurra, o no se haga en el estado Amazonas será ante la historia en primer lugar responsabilidad del gobierno nacional y en segundo lugar nuestra.” (las cursivas son mías)

Del ecosocialismo al coprosocialismo: la megahipocresía de la "minería sostenible"

El mismo autor del anterior artículo, publica un feroz artículo en el Portal Aporrea, en el cual denuncia la hipocresía del supuesto enfoque Ecosocialista que guiaría los proyectos mineros del Arco del Orinoco.

Frases resaltantes:

“Tal vez sí necesitemos de la minería para salir de esta situación que se torna cada vez más grave, pero... ¿La van a implementar los mismos que nos han llevado a este coprosocialismo marcado por la corrupción, la delincuencia, la banalización de las leyes, el no respeto al ambiente y a los pueblos indígenas, y el robo generalizado no solo en la administración pública sino en todas partes a partir de alianzas de funcionarios públicos, empresarios y delincuentes comunes?” (las cursivas son mías)

“Impactar una superficie de tal magnitud sin tomar en cuenta la constitución nacional, los derechos de los pueblos indígenas, hasta ahora golpeados por la minería ilegal y empujados muchos a esta práctica para crear un caos minero que justifique la llegada de quienes van a poner orden cuando nunca lo han hecho y esperar que quienes nos han llevado a este desastre nacional garanticen el mínimo impacto ambiental y social negativos y hagan un uso honrado de los ingresos en función de nuestro desarrollo es una gran estupidez. Aunque viéndolo bien, tal vez esos nuevos ingresos sirvan para las nuevas campañas electorales.” (las cursivas son mías)

Minería a cielo abierto: solo autorizada en los países muy necesitados

Este artículo de opinión firmado por el ambientalista Lenín Cardozo es un duro manifiesto contra el proyecto y a su pretensión de trabajar con minería a cielo abierto como forma de explotación de los minerales a lo largo del arco minero.

Frases resaltantes:

“En Venezuela estamos vendiendo al igual que los habitantes de Hokshe nuestros riñones, también los pulmones y la sangre. 111.800 kilómetros cuadrados, el 12% del territorio nacional y el 30% de los bosques se los estamos otorgando a concesionarias mineras internacionales, que vienen sin piedad a devorar la patria y a contaminar la segunda reserva de agua dulce de Suramérica, el Orinoco.” ” (las cursivas son mías)

“De ser un pueblo aguerrido, liberador de 5 naciones, ahora hemos perdido hasta el amor por el país y hoy estamos rendidos, indiferentes, resignados a que nos quiten a pedazos, a que nos despojen la soberanía, ante el secuestro que hoy nos hacen 21 naciones que ultrajan el Esequibo venezolano, entre ellas China y Rusia, los supuestos aliados más "allegados". Guyana Británica, no solo reparte el Esequibo, también ahora concesiona parte del Delta del Amacuro y aun así no reaccionamos. Y si reaccionamos, es para ser como ella (la Guyana), entregando el futuro de los venezolanos a las mismas concesionarias que nos ultrajan en el Esequibo y a otras.” (las cursivas son mías)

Algunas conclusiones preliminares de la recopilación

Una primera conclusión es que hay un gran consenso entre los autores o los actores sociales entrevistados en señalar los graves inconvenientes de este decreto y su llamado a exigir que el mismo sea derogado. Este acuerdo va más allá de las trayectorias profesionales y posiciones ideológicas de estas personas. De hecho los artículos más críticos, e incluso en algunos casos mostrando una enorme indignación al respecto de este plan provienen de personas que tienen o tuvieron cercanía con las posiciones con el gobierno.

Un segundo elemento resaltante, es la ausencia de marcada de voces críticas desde los distintos movimientos y organizaciones ambientales, que parece no haber reaccionado hasta el momento.

Una tercera conclusión preliminar es que, al menos en este caso, los grandes medios de comunicación impresa del país están perdiendo relevancia en la información y discusión de los grandes problemas del país, o al menos en los relativos a temas ambientales. Y como al igual que se dice que la Naturaleza odia el vacío, este espacio está siendo ocupado por los nuevos medios digitales que cada día cobran mayor relevancia. Esta situación tiene su lado espinoso del cual debemos estar alertas: será necesario promover estos nuevos medios y educar a la población para aprender a acceder a ellos, usarlos y valorar su diversidad e independencia.

Finalmente, si ustedes tienen información de otros artículos sobre este tema, por favor en la sección de comentarios, coloque el nombre del artículo y el enlace donde puede consultarse. Si le es posible haga un breve comentario al respecto dela artículo.

Unbonus track” a esta recopilación es este artículo con un enlace a un vídeo realizado por un periodista español sobre la realidad de las minas de El Callao.

Nota final:

Cuando se estaba preparando esta recopilación apareció la información sobre la desaparición y posible masacre de 28 personas que laboraban en minas cercanas a Tumeremo. Esta situación y sus complejas aristas tienen dos facetas: Por una parte muestra de manera descarnada el espantoso estado de degradación social y violencia en las zonas mineras y por otra es un escándalo que en muy poco tiempo hizo desaparecer de la agenda informativa la discusión sobre el plan del arco minero. Es necesario que a la vez que se exige justicia con los mineros desaparecidos, seguir reclamando la derogación de ese nefasto decreto.




*1 Superficie de Venezuela 916.445 km² / Superficie del Estado Apure 76500 km² / Superficie del Estado Anzoátegui 43.300 km²