sábado, 1 de junio de 2019

Infografías, data y cambio climático


Tomado de IVIC_Oficial en Instagram


Lo bueno, lo malo y lo feo de las infografías

El Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global del IVIC elaboró ​una infografía basada en los resultados presentados en el 2017 en la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático ante la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

(Para ver la infografía disponible en Instagram marque aquí)​​

Para nada me siento en la capacidad para evaluar e interpretar los elementos técnicos y datos presentados en esta infografía, por lo que si estoy equivocado en mi análisis por favor avísenme y corregiré cualquier error que haya cometido, con las disculpas correspondientes.

En cualquier caso, me llaman la atención algunas cifras que aparecen en la infografía:

El dato de la cantidad de emisiones de CO2per cápita​ presentado en la misma es de 8,44 t C​O2 eq ​(datos del 2010) Por su parte, el valor reportado para el 2014 en la página web del Banco Mundial ​a su vez tomadas de la ​División de Ciencias Ambientales del Laboratorio Nacional de Oak Ridge (Tennessee, Estados Unidos)​ ​es de ​6,0 t​​ CO2 eq​.

Si ambos datos son correctos, deberíamos alegrarnos mucho y festejar el ser el país que mayor contribuciones ha realizado en materia de mitigación del cambio climático con una reducción de casi el 30% de nuestras emisiones en sólo cuatro años.

De nuevo, tomando como ciertos esos datos, ello nos llevaría a preguntar cómo se produjo esa reducción, si aún no se han iniciado los procesos de mitigación previstos en el Compromiso de País entregado al final de la COP21 en el 2015 en París. De hecho, sí estas cifras fueran corroboradas, sería una información aún más dramática sobre lo que ha venido ocurriendo en la economía nacional, que la mostrada recientemente por el Banco Central de Venezuela.

Por otra parte, en la infografía aparece que Venezuela emite un 0,49% de las emisiones globales, dato que se resalta con un truco gráfico donde aparece el país representado con un ícono muy pequeño frente a otros países. Pero lo que no se dice, es que es similar al de México (0,53%) y Holanda (0,51%), países con economías mucho mayores (y sanas) que las venezolanas​ y un valor muchísimo mayor al de Colombia y Chile (0,22%)​.​

​Adicionalmente, me parece aún más importante que la infografía hace énfasis en la data numérica de nuestras contribuciones al cambio climático, pero no intenta hacer ningún análisis, ni siquiera superficial, de las causas subyacentes a  nuestras contribuciones al efecto invernadero,

De esta manera, se esconde bajo la alfombra el hecho de que somos un país que genera una gran cantidad de gas metano (​​58.20 M t ​) similar a las generadas por el Reino Unido y Alemania. Eso es importante si tomamos en cuenta que el metano tiene un potencial de absorción de calor superior al dióxido de carbono.

Asimismo, el texto acompañante a la infografía nos informa de manera muy didáctica que los árboles son mucho más que elementos decorativos y generadores de sombra, sino que adicionalmente, pueden tener una gran importancia como sumideros de dióxido de carbono. Pero ni por lejos se asoma la idea de que Venezuela tiene tasas de deforestación muy altas y crecientes, y menos que la minería de depredación que se ha promovido desde el gobierno en los últimos años está afectando de manera grave la capacidad futura del bosque amazónico de ser el principal sumidero de dióxido de carbono del mundo.

Pero al fin de cuentas, cuál es el valor para los venezolanos de vanagloriarnos de que emitimos un  poco menos dióxido de carbono, cuando sabemos que sin importar cuanta cantidad de gases de efecto invernadero emitamos, los efectos de la crisis climática nos van a afectar de todas maneras y no estamos haciendo nada para evitarlo.

Y eso sí es demostrable: A 10 años de haber sido promulgada la Ley de Gestión Integral de Riesgos Socionaturales y Tecnológicos que establece la elaboración del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático no se conoce de ningún avance en  la creación de este Plan. Asimismo, en vez de disminuir nuestras vulnerabilidades frente a los cambios negativos que generará el calentamiento global, nos hacemos cada vez más vulnerables como consecuencia de la crisis humanitaria compleja que está destruyendo el país.

“Hay verdades, medias verdades, mentiras y estadísticas”

Algunas personas atribuyen esta cita a Sir Winston Churchill, primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial. También se le atribuye la frase: “Las estadísticas son como un bikini, muestran datos interesantes pero esconden lo realmente importante”.

¿Qué pensaría este personaje de las infografías si las hubiese conocido?



5 comentarios:

  1. Alejandro! gracias por tus palabras. Un análisis que -al contrario de la infografía- no pretende desviarnos del tema central; por el contrario, los expone, aclara y compara. Es difícil cuando la propaganda rivaliza con la noticia. Aquí, quien tiene el oro hace las reglas, la propaganda y... ...la infografía.

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  3. Buena reflexión Alejandro. Una nueva demostración de que al régimen no le gustan mucho las cifras y mucho menos cruzarlas. No dudo de que haya una dismunición de emisiosnes de CO2 eq: hace pocos años, el consumo interno del país andaba cerca de 300 mil bd. Hoy, al parecer, está por lo 70 mil. Triste razón para alegrarse por el "cumplimiento" de la meta de París. El régimen también acaba de recibir un premio por sus políticas de vivienda social; celebran el éxito del incremento de la produción pesquera... En fin: Propaganda que no se basa en realidades en solo un panfleto...

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  4. Estimado Alejandro Álvarez,
    Lamento mucho que la infografía no haya sido producida en un lenguaje más simple y plano, lo que seguro es el origen de los errores cometidos en tu análisis. Al fin y al cabo la infografía solo es un resumen gráfico del inventario nacional de gases efecto invernadero (INGEI 2010) coordinado por el Laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global (ECG) del IVIC, bajo mi dirección, como parte de la segunda comunicación nacional de Venezuela(https://unfccc.int/documents/89289).

    En primer lugar debo señalar que, tratar de establecer una reducción de emisiones basándose en las emisiones per cápita provenientes de distintas fuentes de datos, conduce al menos dos confusiones fundamentales. Primero la comparabilidad entre las fuentes debe ser observada cuidadosamente, puesto que las metodologías para estimar las cifras que citas son distintas. En el caso de la infografía, esta se deriva de seguir la metodología del IPCC 2006 (siglas en ingles de Panel Intergubernamental de expertos en Cambio Climático, del cual formo parte como miembro del Bureau del grupo de trabajo II, https://www.ipcc-nggip.iges.or.jp/public/2006gl/index.html), como ha sido acordado por los países partes de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CNUCC), y cuyo objetivo es estimar el inventario nacional de gases efecto invernadero, tomando en cuenta todas la fuentes y sumideros del territorio. En cambio, la metodología del Laboratorio Nacional de la Oak Ridge (LNOR) es diversa, por lo que genera una base de datos, con distintos tipos de información en donde muchos indicadores ignoran fuentes o sumideros de GEI, que en el caso particular de algunas naciones pueden ser importantes. Adicionalmente, el objetivo del LNOR es la estimación de la emisión global. Así por ejemplo, el solo hecho de las diferencias en sus escalas de análisis, dada por la diferencia de objetivos entre la metodología IPCC y LNOR, conduce a que los errores de estimación sean distintos (e.g. En la escala global un aporte de 0,5 % a la atmósfera es menor a la estimación del error en un gran emisor como E.E.U.U.). Es decir, y solo con la intensión de ilustrar, es como querer comparar, mediante resta, la medida del diámetro de una moneda tomada en un caso con vernier y en otro con una cinta métrica de albañil, ambas medidas serán ciertas y completamente verdaderas, pero muy alejadas en precisión, por lo que deben tomarse serias consideraciones al analizar ambas medidas en conjunto, puesto que fueron tomadas con distintas herramientas. La segunda confusión fundamental es que, la diferencia en el tiempo entre las emisiones GEI per cápita no implica necesariamente un cambio similar en magnitud o dirección en las emisiones GEI totales territoriales o en sus aportes a las emisiones globales. Así por ejemplo, las emisiones per cápita globales en la base de datos del LNOR, mostradas en la página del banco mundial que utilizas (https://datos.bancomundial.org/indicador/EN.ATM.CO2E.PC?view=chart), tienden a estabilizarse por debajo de 5 TM/año de CO2 en el período 2010-2014 con tendencia hacia la disminución en el periodo 2012-2014. ¿Significa esto que el mundo detuvo, o aún mejor, disminuyó su emisión total en dichos períodos? La respuesta la hallamos en la misma base de datos (https://datos.bancomundial.org/indicador/EN.ATM.CO2E.KT), que muestra cómo la emisión total global no ha parado de incrementar en cualquiera de los periodos señalados. Así que no es de esperarse una relación entre la emisión per cápita y la emisión total territorial o su aporte a la atmósfera global. En conclusión, la premisa de que los dos valores de emisión per cápita que discutes sean verdaderos es necesaria pero no suficiente para la validez de tu análisis, puesto que ignoras fuentes de variación no controladas durante el análisis, que te conducen a conclusiones erradas.
    continua...

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  5. Así mismo, entre otros señalamientos, como el del mal llamado truco gráfico, mantienes que la infografía (y por extensión supongo que también el INGEI) omite el carácter de emisor de metano del nuestro país. Al respecto, la figura principal de la infografía muestra las roscas con el aporte de cada sector y subsector a la emisión total nacional, entre los que se encuentran las llamadas emisiones fugitivas. Estas emisiones son precisamente las emisiones de metano liberado durante la producción petrolera que para los fines del INGEI son convertidas a CO2 equivalente, tomando en cuenta su potencial de calentamiento y siguiendo, como ya mencioné, la metodología del IPCC. Un pequeño análisis de los números allí presentados nos muestra que ciertamente las emisiones fugitivas (principalmente metano) son de gran importancia para el país, especialmente como una oportunidad de mitigación, así como de aprovechamiento y uso racional de la energía (39% del sector Energía que es 89% del total, es decir las emisiones fugitivas conforman cerca de 30% de la emisión GEI nacional). Así pues lo que señalas como una omisión, está claramente a la vista pero en un lenguaje que quizá deba explicarse mejor en una próxima infografía.

    No tomaré más tiempo de los lectores para señalar otros errores en tu argumentación, pero en el caso del truco que señalas deseo invitarlos, a ti y a tus lectores, a visitar el INGEI y la contribución del grupo de trabajo III del IPCC al 5to informe de evaluación (https://www.ipcc.ch/report/ar5/wg3/), que contiene la información de emisiones para el mismo año del INGEI para Venezuela y el mundo y compararlos con la información presentada en la infografía.

    Desde el laboratorio ECG-IVIC estamos empeñados en generar y divulgar información científica sobre cambio climático y global, con utilidad para el desarrollo de políticas públicas, como también en avanzar en dichas políticas, como la elaboración del plan nacional de adaptación (por ti mencionado) y el plan nacional de mitigación. Por lo que quedamos a la orden de todo ciudadano, institución o entidad que desee aprender, trabajar o contribuir en el mismo sentido.
    Atentamente
    Carlos Méndez
    Coordinador general del INGEI Venezuela 2017
    Jefe del laboratorio de Ecosistemas y Cambio Global IVIC


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