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miércoles, 25 de marzo de 2015

Lo importante del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas


Guillermo Barreto nuevo Ministro de Ecosocialismo y Aguas. Imagen tomada de eluniversal.com



Transcribo este excelente artículo de Alejandro Luy al cual no tengo más que agregarle y el cual subscribo totalmente. Alejandro



Lo importante del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas

Alejandro Luy

El 4 de septiembre de 2014, horas después de que por medio de un “sacudón” se creara el Ministerio del Poder Popular de la Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo, producto de la fusión de Vivienda y Ambiente, escribimos:

“Quienes tenemos al ambiente como ámbito de trabajo vemos ésta decisión como un notable retroceso para un país que mostró un liderazgo en materia ambiental a mediados de los 70” cuando creó el primer Ministerio del Ambiente de América Latina y el Caribe y el segundo a nivel mundial” (1)

La decisión nos tomó por sorpresa a todos los vinculados al tema ambiental, como seguramente ocurrió con la más reciente por medio de la cual se separan los ministerios para crear el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas y se nombra a Guillermo Barreto como su ministro. De estos hechos podríamos referirnos a lo positivo, lo negativo y lo importante.

Lo acontecido en los días y meses siguientes a aquel “sacudón” fue la manifestación pública de profesionales, organizaciones no gubernamentales, universidades y políticos de distintas tendencias sobre la necesidad de revertir la medida y al mismo tiempo revisar el funcionamiento y cumplimiento de la labor del Ministerio del Ambiente. De esta manera lo positivo es que se haya corregido la decisión tomada en septiembre de 2014, que queremos creer fue producto de las críticas antes mencionadas.

Lo negativo es que, a la luz de los resultados, la creación del Ministerio de Vivienda, hábitat y ecosocialismo fue una improvisación, que generó en los trabajadores del Ministerio del Ambiente un estado de incertidumbre innecesario y fricciones con funcionarios del Ministerio de Vivienda y Hábitat.

Pero pasado todo lo anterior, ahora lo fundamental es hablar de lo importante, que no es otra cosa que referirnos a lo que debe ser el futuro del Ministerio de Ecosocialismo y Aguas que, a fin de cuentas, está sustituyendo al anterior Ministerio del Ambiente.

El 22 de septiembre de 2014 dijimos en declaraciones al Correo del Orinoco:

“El movimiento ambiental venezolano “no está conforme con como se trabajaba en el ministerio (del Ambiente)”, acota. Esa institución, de acuerdo con su análisis, habría que reestructurarla y hacerle una reingeniería” (2)

Para esa reestructuración lo primero que solicitamos, y no somos los únicos, es que el nuevo ministerio sea guiado por criterios técnicos y no ideológicos y partidistas. Los problemas ambientales del país no van a ser resueltos por discusiones teóricas de capitalismo versus socialismo, sino atendiendo las causas que los generan y las consecuencias en la calidad de vida de los ciudadanos.

Estamos convencidos de que si el objetivo es trabajar por la conservación de nuestros espacios naturales, la preservación de nuestras especies de fauna y flora, una mejor gestión de nuestras cuencas hidrográficas o la basura, acabar con la minería ilegal en la Guayana venezolana, por mencionar solo algunos de los más relevantes, el Ministerio contará con el apoyo de las organizaciones ambientales no gubernamentales (ONG) y las universidades.

En lo anterior tiene una oportunidad el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas y el Ministro Barreto: convoque de manera amplia a las ONG ambientales, a profesionales y universidades para discutir y trabajar sobre la situación ambiental de Venezuela.

El Ministerio debe invitar a los especialistas que laboran en las universidades a trabajar en la Segunda comunicación de cambio climático; a discutir sobre la calidad del agua en la cuenca del Lago de Valencia, o elaborar el Plan de Gestión Integral de Basura, que está pendiente desde hace tres años.

Abran las puertas a las ONG que trabajan con especies amenazadas o con la deforestación de áreas boscosas, para unir los mejores recursos de todos para garantizar la conservación de nuestra diversidad biológica.

Reúnanse con comunidades indígenas pemón, ye´kwana y yanomami, y con ONG que han hecho seguimiento a la situación e impacto de la minería en la Guayana venezolana para enterarse de primera mano sobre la dimensión del problema y junto a ellos busquen soluciones a este problema social y ambiental.

Fomenten la articulación entre entes públicos y privados para el desarrollo de campañas y proyectos de educación ambiental y participación ciudadana para promover cambio de actitudes del venezolano en temas como el consumo responsable, reciclaje, conservación del agua y la energía o venta ilegal de animales de fauna silvestre.

Lo anterior son solo algunas de las cosas que creemos que deben hacer. Pero por sobre todo el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas y sus autoridades deben trabajar para fortalecerse frente a sus pares en el gabinete ministerial. En ese sentido debe dejar claro que: la administración de los Parques Nacionales es su competencia y no del Ministerio de Turismo o el de Comunas; que no es cualquier lugar donde el Ministerio de Vivienda y Hábitat puede construir soluciones habitacionales, sino que se requiere respetar el ordenamiento territorial y los estudios de impacto ambiental.

El Ministerio del Ambiente nunca tuvo el peso de otros ministerios del país. Sin embargo, siempre contó con el apoyo desinteresado de la sociedad agrupado en ONG o gremios. Si el Ministerio de Ecosocialismo y Aguas se centra en lo técnico y convoca a todos los sectores, podrá recuperar esa ventaja perdida en los últimos años, cuyos frutos serán para todos los venezolanos.



lunes, 23 de marzo de 2015

No es lo mismo poner un tubo que tener agua





Ayer 22 de marzo fue el Día Mundial del Agua. Esta conmemoración está dirigida a  llamar la atención sobre la importancia de este recurso y promover la gestión sostenible del agua potable como un derecho humano. Esto cobra más importancia cuando los expertos nos alertan que la crisis del agua puede ser tan grave como el cambio climático y que el fracaso en no atender las claras advertencias sobre esta crisis está generando situaciones catastróficas y graves problemas al desarrollo humano.

Al igual que en el resto del mundo, en Venezuela se realizaron algunas (no muchas para ser sinceros) actividades para concientizar sobre la necesidad de gestionar el llamado “vital recurso” con responsabilidad, equidad y seriedad.

Igualmente, es un día para hacer declaraciones y poner en prensa alguna nota más o menos interesante. Entre ellas vale la pena hacer mención de una de las noticias surgidas a consecuencia de esa efeméride ambiental y hurgar un poco en lo que dice y en lo que se deja de decir.

En primer lugar veamos unas importantes declaraciones del ministro de “Ecosocialismo Vivienda y Hábitat” recogidas en el Diario 2001 el día 22 de marzo.


Este domingo es el Día Mundial del Agua
Molina: 96% de los venezolanos tienen agua en sus casas

Lucy María Rivas/@Lucymariarivas

A propósito de conmemorarse este domingo el Día Mundial del Agua, el ministro para el Ecosocialismo, Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, destacó que el 96% de los venezolanos cuentan con el suministro del vital líquido.

Molina  no dejó de lado que un 4% de los venezolanos no disfrutan del servicio regularmente, por tal motivo precisó que, el Gobierno continua trabajando en la construcción del proyecto de la planta para suministro de agua a Tuy IV, en el estado Miranda, al mismo tiempo que realiza inversiones para los embalses del país y protección de las cuencas.

Molina hizo un llamado de conciencia al pueblo a no desaprovechar el agua, puesto que es un recurso necesario y a su juicio en muchos hogares no se practica el uso razonable de este liquido.

Para ir al artículo en su fuente original marque aquí
(las negritas sobre el artículo son mías)

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En este caso el Ministro Molina está repitiendo la afirmación del gobierno nacional, de que no sólo alcanzó, sino que sobrepasó uno de los Objetivos del Milenio dirigido a reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas sin acceso sostenible al agua potable y a servicios básicos de saneamiento (ver: Cumpliendo las Metas del Milenio. INE, 2013 )

En contraste con esa afirmación,  la Red ARA en su informe “Aportes para un Diagnóstico a la Problemática Ambiental de Venezuela” publicado en el 2011 ya alertó sobre la diferencia entre la existencia de un sistema de distribución de agua y la continuidad y calidad de ese servicio.

Por su parte, la ONG de protección a los Derechos Humanos PROVEA en su informe del 2013 indicó que aunque los organismos de gestión ambiental del país afirman que aunque el 96 % de los venezolanos gozan de agua potable, es evidente que dicho servicio público no está funcionando adecuadamente. La fallas en el suministro del líquido son graves y continuas llegando sólo a abastecer a muchos hogares 1 ó 2 días a la semana y a veces escasea por más de 1 semana, tanto en barrios como en urbanizaciones de las grandes ciudades como en los pequeños centros poblados del interior.

A su vez,  la Red Sinergia, en conjunto con la Plataforma Venezolana de Redes de Organizaciones de la Sociedad Civil, en su evaluación sobre el cumplimiento de los Objetivos del Milenio realizado en el 2013, estableció que en diversos puntos del territorio nacional el servicio de agua potable es deficiente en cantidad, calidad y continuidad.

Finalmente, en  un comunicado reciente realizado por la Red Sinergia en conjunto con la Fundación Tierra Viva, en el cual solicitaron al gobierno nacional “tomar acciones para garantizar que todos los venezolanos tengan acceso al agua de forma constante y de buena calidad, como forma de erradicación de la pobreza” ahondaron más en este tema: En el mismo, Alejandro Luy, gerente general de Fundación Tierra Viva, explicó que "uno de los aspectos que debe ser considerado para reducir la pobreza es que los estratos populares y rurales tengan acceso al agua"... A su juicio, “Venezuela es uno de los países más ricos en recursos hídricos del planeta.  Sin embargo uno de los problemas es que la distribución del agua no coincide con la de la población: la mayor abundancia del recurso hídrico está al sur del Orinoco, pero el 80% de la población se encuentra al norte del país”. Igualmente, indicó que “Una prueba de las condiciones deficientes en que se encuentra el agua, en cuanto a su calidad y distribución, se vive en comunidades urbanas como Catia La Mar (Vargas), Guarenas, Guatire y en el municipio Chacao, ubicadas en el estado Miranda, detalló Luy. “Estas son solo algunas comunidades que no cuentan con servicios permanente de agua las 24 horas del día, los 7 días de la semana, requerido para una buena calidad de vida”.

Todo esto nos lleva a una conclusión posible: Una cosa es poner embalses y tuberías, que es a lo que el ministro y el gobierno nacional se refiere y otra es que todos los venezolanos tengamos la confianza de que a nuestros hogares, escuelas y sitios de trabajo llegará el agua en cantidad y calidad adecuada, ahora y en el futuro.

Para lo primero se necesita de dinero, un poco de planificación y técnica, para lo segundo se necesita tener programas de conservación y gestión del agua muy bien planificados y mejor implementados. Es decir hay que conservar los bosques en las cuencas productoras, ordenar las actividades productivas para que no deterioren a las mismas, descontaminar las aguas servidas, vigilar el cumplimiento de las decisiones de gestión, educar a las poblaciones locales en la conservación de sus cuencas, educar en el uso responsable del agua, promover la participación de toda la población para que podamos hacer nuestra parte en la gestión compartida del agua y planificar el uso de nuestra agua con sentido de futuro, responsabilidad, justicia y solidaridad.

Necesitamos de lo primero, pero mucho más del segundo. Sin producción y uso sustentable de agua, no hay, ni habrá agua en las tuberías. Sin agua no hay desarrollo.

Ruego por que el señor ministro entienda esa diferencia.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Degradar el Ambiente. Artículo de Alejandro Luy



Por: Alejandro Luy, Gerente General - Fundación Tierra Viva.

El martes 3 de septiembre se creó un nuevo ministerio, producto de la fusión de otros dos, Vivienda y Ambiente, nombrado como "Ministerio del Poder Popular de la Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo".

Quienes tenemos al ambiente como ámbito de trabajo vemos ésta decisión como un notable retroceso para un país que mostró un liderazgo en materia ambiental a mediados de los 70 cuando creó el primer Ministerio del Ambiente de América Latina y el Caribe y el segundo a nivel mundial.

En nuestro criterio la "desaparición" de la palabra AMBIENTE del nombre del Ministerio no es poca cosa ya que menosprecia, degrada, la importancia del sector para el desarrollo sustentable del país, y creemos que ello se traducirá en más deterioro de las condiciones ambientales y con ello la calidad de vida del ciudadano.

Hay motivos significativos que justifican la existencia de un Ministerio del Ambiente en nuestro país, un rango que representa - al menos de manera enunciativa -  el reconocimiento que el estado le da a ésta materia.

El territorio de Venezuela equivale escasamente el 1% de la superficie del planeta, pero nuestro país está entre los países con mayor diversidad de aves, reptiles, peces, mamíferos y anfibios.  Venezuela es –sencillamente- uno de los 10 países megadiversos del mundo. Esa diversidad de especies y ecosistemas está protegida principalmente en 43 parques nacionales creados entre 1937 y 1993, que cubren cerca del 15% del territorio del país.

Para entender la importancia de estas áreas protegidas en el desarrollo de Venezuela podemos mencionar 3 datos concretos:


  • El 70% de la electricidad del país depende de parques nacionales, incluyendo el Parque Nacional Canaima que protege la cuenca de los ríos que alimentan al complejo del Guri.
  •  El 80% del agua del país es garantizada por cuencas hidrográficas protegidas por unos 20 parques nacionales.
  •  La diversidad biológica es fuente de alimento (peces, moluscos, artrópodos), empleo (turismo principalmente), esparcimiento (playas, áreas de recreación) y medicina para nuestros ciudadanos.


Hay motivos para creer que cuando el "ambiente" pasa a ocupar un papel secundario detrás de "Vivienda", la prioridad de los planes y programas no estarán sustentados en el entorno natural y la su importancia de su conservación para el desarrollo de las generaciones actuales y futuras, sino en el "pueblo y sus necesidades" de corto plazo.

En 2011 funcionarios del Instituto Nacional de Parques (Inparques) denunciaron la intención de construir viviendas dentro del Parque Nacional Médanos de Coro en el estado Falcón por parte del Ministerio del Poder Popular para las Comunas.  En otras áreas protegidas se han producido invasiones ilegales para la construcción de viviendas, las cuales no fueron debidamente paralizadas. En todos los casos el argumento para la defensa de las acciones fue el derecho a la vivienda, aun violando las leyes que protegen nuestras áreas protegidas.

No estamos en la posición de afirmar que el que hasta ayer fuera el Ministerio del Ambiente estuviera viviendo su mejor época.  Para 2014 el presupuesto del Ministerio del Ambiente equivalía al 0,43% del presupuesto de la nación y el Inparques (adscrito a este ministerio) aproximadamente el 0,07%.  En el último año muchos planes y proyectos en áreas protegidas como los Parques Nacionales Morrocoy y Canaima, o la solicitud de desalojo de la Fundación Científica Los Roques del Parque Nacional Archipiélago de Los Roques, han ocurrido sin ninguna opinión por parte del Ministerio del Ambiente o Inparques. Así parte de la acción y decisiones de estos entes ya estaban confiscadas por otras instituciones del gobierno central.

Pensamos, que este nuevo ministerio donde el ambiente se degrada, será menos capaz de enfrentar la defensa de la conservación del ambiente y trabajar por la solución de problemas ambientales (abastecimiento y calidad del agua, desechos sólidos, deforestación, contaminación mercurial, entre otros) que amenazan el desarrollo sustentable de Venezuela.

A falta de un Ministerio del Ambiente, los ciudadanos, las comunidades organizadas y las organizaciones de la sociedad civil  tendremos -más que nunca- que velar por el cumplimiento del Artículo 127 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:


  • Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. (....)
  • Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.

Nota final: Lo único que yo agregaría a este excelente artículo es que este fue el único cambio de la estructura de un ministerio en las decisiones recientes, sin que hasta el momento haya podido encontrar una línea de la razones para el mismo, por ello me pregunto cuáles son los intereses detrás de la misma, espero que me las puedan dar, en particular mis amigos seguidores del ecosocialismo como enfoque político ambientalista. 

jueves, 29 de mayo de 2014

A mi la biodiversidad me importa un bledo

Sistema de Parques Nacionales de Venezuela



El título de esta entrada pareciera ser la conclusión que puede sacarse luego de leer este extraordinario artículo del investigador del IVIC Jon Paul Rodríguez, publicado en el Portal de Desarrollo Sustentable de la Fundación Tierra Viva, el cual espero que ustedes puedan leer y compartir. Tengo la esperanza que podamos revertir esta tendencia producto de la ignorancia y la negligencia, en la medida de que los ciudadanos de Venezuela exijamos una política nacional ambiental que valore realmente nuestros verdaderos patrimonios y que nos convirtamos en garantes de los mismos.


Inversión pública en el resguardo de la biodiversidad venezolana. 

Jon Paul Rodríguez

No existe una regla que establezca cuánto debe invertir el estado en la conservación de la biodiversidad o, de hecho, en cualquier otro aspecto de su gestión. Sin embargo, los gobiernos implícitamente dan más importancia a unos temas que a otros al asignarles mayores o menores porciones del presupuesto nacional. Una mirada a las inversiones relativas ofrece una aproximación a las prioridades gubernamentales del momento.

Aunque todas las instancias gubernamentales – desde la Presidencia de la República y la Asamblea Nacional hasta los municipios y los consejos comunales – tienen injerencia en políticas ambientales, voy a enfocar mi atención en la acción del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MinAmb), particularmente su Instituto Nacional de Parques (Inparques). MinAmb es la entidad responsable ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas y es garante de la conservación y uso sostenible de los genes, especies y ecosistemas que conforman la biodiversidad, así como de los bienes y servicios gratuitos que brindan a la ciudadanía.

Los parques nacionales (PN) y monumentos naturales (MN) son dos clases de áreas protegidas cuya gestión es responsabilidad de Inparques (otras, como refugios, reservas y santuarios de fauna, zonas protectoras, reservas forestales y reservas de biosfera son administradas por dependencias diferentes del MinAmb). Conjuntamente abarcan aproximadamente 150.000 kilómetros cuadrados (16% del territorio nacional), superficie que coloca a Venezuela entre los países con mayor proporción protegida del mundo. Su fin principal es la protección de los recursos naturales que existen en ellas (1), y por ende, una porción significativa de nuestra biodiversidad.

La contribución de los PN y MN al presupuesto nacional es infinita. No sólo porque proveen bienes intangibles que no pueden ser monetizados – como el placer que genera la contemplación de la naturaleza o el afecto innato que sentimos hacia otras formas de vida (conocido como biofilia) – sino también porque cualquier ejercicio que intente estimar el valor monetario de los bienes y servicios provistos por los ecosistemas, obligatoriamente será parcial y se quedará corto. Sin embargo, es posible examinar algunos datos y cifras que al menos sirven para poner en perspectiva su aporte mínimo a la economía, la sociedad y el bienestar humano.

El agua es el recurso natural más crítico para la humanidad: la bebemos, la usamos para lavar y eliminar desperdicios, bañarnos, cocinar, regar, enfriar maquinaria, como medio de transporte, y, por si fuese poco, para generar electricidad. El PN Canaima protege la cuenca del río Caroní y provee agua al lago Guri. Se estima que el parque genera 3.295 millones de dólares anuales en beneficios, sólo tomando en cuenta sus aportes en hidroelectricidad y turismo (2). Al sumar toda la producción hidroeléctrica del país y estimar la cantidad de petróleo que hubiese sido necesaria para producir la misma energía eléctrica en 2007, el ahorro en petróleo equivale a casi 56 millardos de dólares, monto similar a la totalidad del presupuesto nacional de ese año (2) – sin hablar del impacto ambiental que habría generado su combustión. Asimismo, 77% de los PN protegen cabeceras de ríos que son fuente de agua potable para las áreas urbanas más densas y las zonas agrícolas más importantes al norte del país. Se estima que el agua generada en 18 parques nacionales abastece a 83% de la población urbana y que sólo las áreas protegidas andinas proveen agua a 40% de las tierras agrícolas 2. Sin parques nacionales, y la biodiversidad que regula sus procesos hidrológicos, nuestra realidad urbana, agrícola e industrial sería muy diferente a la actual.

Los parques nacionales son también fuente de sustento para las comunidades que habitan en sus alrededores o dentro de ellos. En el parque nacional Morrocoy, el más visitado del país (1.500.000 de visitantes en 2007), el turismo proporciona aproximadamente 50% de los empleos de los dos municipios colindantes. En el parque nacional Los Roques, 40 % de la población entre 18 y 70 años depende económicamente del turismo. En los poblados autóctonos de Gavidia y Los Nevados del PN Sierra Nevada, el turismo genera 236 empleos directos, mientras que el programa de turismo comunitario que se desarrolla en los PN Sierra Nevada y La Culata mantiene 135 microempresas turísticas familiares con 1.256 beneficiarios directos e indirectos en 28 comunidades 2. De más está decir que los visitantes a los parques nacionales acuden precisamente a disfrutar su biodiversidad, sus paisajes y la interacción con las comunidades.

Quisiera destacar el papel fundamental de los PN y MN para el resguardo de nuestra cultura, historia y tradiciones. Se estima que más de 95% del territorio habitado por las 34 etnias venezolanas está ubicado dentro de áreas naturales protegidas 1. Asimismo, en el PN San Esteban hay al menos 26 yacimientos de petroglifos. El MN María Lionza es el epicentro de los ritos que rodean a este importante personaje mítico-religioso. La hacienda La Elvira en el PN Guatopo y la Casona de Los Venados en el PN Guarairarepano nos brindan una ventana hacia las prácticas de comercio de café y cacao de tiempos pasados. Los PN y MN resguardan a éstos y muchos otros testigos de prácticas humanas firmemente arraigadas en la biodiversidad (2).

¿Cuánto le cuesta al estado los beneficios que obtiene de la biodiversidad en los PN y MN? En el presupuesto nacional de 2014 (3) el aporte a Inparques ascendió a Bs. 281.618.143, equivalente a entre 5,6 y 44,7 millones de dólares, si uno considera las tasas de cambio de Sicad II y el dólar oficial, respectivamente. El presupuesto nacional de 2014 (sólo gastos ordinarios, sin incluir proyectos por endeudamiento u otros créditos presupuestarios) totaliza Bs. 439.870.577.965, entre 8,8 y 69,8 millardos de dólares según las tasas de cambio de Sicad II y el dólar oficial, respectivamente. Por lo tanto, el monto asignado a Inparques corresponde a 0,06 % del total nacional.
Si usamos el dólar oficial como referencia, podemos afirmar que el estado invierte en Inparques aproximadamente 45 millones de dólares al año. A cambio, el parque Nacional Canaima hace un aporte a la economía nacional de 3.295 millones dólares, un retorno superior a 7.300 %. Esos 45 millones de dólares anuales, menos que la décima parte de un punto porcentual del presupuesto nacional de 2014, también generan ahorros por producción hidroeléctrica del mismo orden de magnitud del presupuesto nacional. Es importante destacar que Inparques tiene a su cargo numerosos parques de recreación, por lo que las cifras reales invertidas en PN y MN son menores a las citadas. Y esta es solamente la contribución del PN Canaima. Si consideramos a todos los demás PN y MN, su aporte directo a la economía y el bienestar de los venezolanos sería mucho mayor.

En 2010, la ejecución presupuestaria de Inparques fue de 7,38 dólares por kilómetro cuadrado de territorio protegido (4). En promedio, durante 2007-2008 las agencias de parques nacionales en Sudamérica invirtieron 139 dólares por kilómetro cuadrado (5), 19 veces más que lo invertido en Venezuela en 2010. El principal gasto de Inparques en 2008 fue la protección contra incendios forestales (59,8 %), seguida por mantenimiento y conservación de áreas recreativas (31,8 %) (4). Las gestiones de educación ambiental recibieron 0,1 % del presupuesto de ese año. Del total de 2.105 trabajadores en Inparques, dos terceras partes laboran en oficinas y sólo un tercio es personal de campo (4). Es decir, aproximadamente 700 trabajadores están dedicados directamente al resguardo de las áreas protegidas, mientras que de estos, más o menos la mitad son guardaparques. Por lo tanto, en promedio cada guardaparque debería resguardar unos 429 kilómetros cuadrados, la extensión que ocupan las 22 parroquias del Distrito Capital (6). Muy pocos tienen vehículos, lanchas u otros medios para movilizarse.

Es una realidad objetiva que el resguardo de la biodiversidad es una muy baja prioridad gubernamental. De los 31 Ministerios del Poder Popular, cuatro de ellos – Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Finanzas, Educación, y Trabajo y Seguridad Social (en ese orden) – consumen más de 60 % de los recursos. En 2014, el estado prevé un endeudamiento del orden de 7 millardos de bolívares para la adquisición de armamento de orden público seguridad y defensa, casi cuatro veces el presupuesto ordinario del Ministerio para el Ambiente, que con 1.9 millardos y 0,43 % del total nacional, ocupa el puesto 17 entre los 31 ministerios (3). Desde mediados de 2012, la prensa nacional ha mencionado planes gubernamentales de adquirir 24 aviones de combate que substituyan la flota de F-16. Cada uno de los cazas rusos Sukhoi Su-35, uno de los modelos considerados (7), cuesta entre 52 y 65 millones de dólares (8), más que el presupuesto anual de Inparques en 2014.

El aporte de la biodiversidad al bienestar humano es infinito, pero nuestra inversión en su resguardo es desproporcionadamente baja. Aumentar el presupuesto de Inparques en 19 veces, para lograr una inversión equivalente a otros países en Sudamérica, lo llevaría a Bs. 5.350.744.717, o aproximadamente 1,2 % del presupuesto nacional de 2014. Sería un incremento muy substancial, de eso no hay duda, pero seguiría siendo menos que el endeudamiento previsto para la compra de armas este año. La justificación de dicha inversión podría provenir de la consideración explícita de la contribución de los PN y MN a la economía nacional mediante la implementación de un esquema de contabilidad verde, donde la dependencia de la economía de los recursos naturales quedaría firmemente establecida. En ese contexto, la inversión en Inparques podría terminar representando un ahorro en lugar de un costo, como es el ahorro de petróleo por la producción de hidroelectricidad.

Los PN y MN son sólo la punta del témpano. Venezuela tiene el privilegio de que su biodiversidad nativa también abunda en el resto del territorio. No estoy abogando por monetizar la biodiversidad, sino de valorarla adecuadamente. Entender sus aportes concretos al sistema económico nacional nos permitiría comprender mejor como la falta de inversión en su resguardo de hecho representa un costo muy alto para todos nosotros.



1.    Inparques, Parques Nacionales y Otras Areas Protegidas: Informe Nacional 2007, Venezuela. 2007, Caracas Venezuela: Informe presentado ante el II Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y Otras Areas Protegidas (Bariloche, Argentina, 30 septiembre – 6 octubre, 2007). Dirección de Áreas Naturales Protegidas (ANAPRO), Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, República Bolivariana de Venezuela.

2.    Cartaya, V., Conservación y Bienestar Humano en Venezuela: El Aporte de las Áreas Protegidas. 2007, Caracas: Síntesis del Informe Final para la Fundación The Nature Conservancy of Venezuela. 54.

3.    ONAPRE, Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2014. 2013, Disponible en: http://www.ocepre.gov.ve/ (descargado el 16 de mayo de 2014): Oficina Nacional de Presupuesto.
4.    Naveda, J.A., Comunicación personal. 2014.

5.    Bovarnick, A., et al., Financial Sustainability of Protected Areas in Latin America and the Caribbean: Investment Policy Guidance. 2010: United Nations Development Programme (UNDP) and The Nature Conservancy (TNC).

6.    INE, XIV Censo Nacional de Población y Vivienda: Resultados por Entidad Federal y Municipios del Distrito Capital. 2013, Caracas, Venezuela: Gerencia de Censo de Población y Vivienda, Gerencia General de Estadísticas Demográficas,  Instituto Nacional de Estadística (INE). 51.

7.    Colaboradores de Wikipedia, Aviación Militar Bolivariana [en línea] Wikipedia, La enciclopedia libre, 2014: p. [fecha de consulta: 18 de mayo del 2014]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Aviaci%C3%B3n_Militar_Bolivariana&oldid=74362242>.

8.    Colaboradores de Wikipedia, Sukhoi Su-35 [en línea]. Wikipedia, La enciclopedia libre, 2014: p. [fecha de consulta: 17 de mayo del 2014]. Disponible en <http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Sukhoi_Su-35&oldid=74408086>.

Jon Paul Rodríguez, Centro de Ecología, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
jonpaul@ivic.gob.ve
@jonparod

Para ir a la fuente original de este artículo marque aquí

miércoles, 7 de mayo de 2014

Mientras algunos hacen discursos sobre el Cambio Climático Global...


Imagen tomada de: http://acn.com.ve/


Nota previa: Tomen nota amigos organizadores de la "Constituyente Ambiental" es posible trabajar todos unidos Gobiernos, Universidades, Organizaciones Sociales y organismos internacionales por el bien común y por que las futuras generaciones (es decir nuestros hijos y nietos) vivan en un país en el cual tengan una vida sana, productiva y responsable.


Ima, Fundación Tierra y UC inició curso “cambio climático y huella de carbono”


Publicado por la Licda. Vanessa Terán

Con la participación de 40 profesionales universitarios y funcionarios públicos, este lunes 05 de mayo se dio inicio al curso internacional “Cambio Climático y Huella de Carbono”, en las instalaciones del centro de capacitación Casupo, ubicado en la sede del colegio La Salle, parroquia San José.

Esta actividad es organizada por el Instituto Municipal del Ambiente (Ima), La Fundación Tierra Viva y la Universidad de Carabobo, financiada por la Unión Europea, y en el cual están participando como ponentes los especialistas ecuatorianos Diego Enríquez, Nixon Narváez y Juan Carlos Beca, todos miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático del Ecuador.

Al curso que se efectúa entre el 05 y el 07 de mayo, asistieron Faruk Bagdah, director de gestión ambiental del Ima, pero también están participando funcionarios de otras alcaldías, profesionales de entes no gubernamentales, líderes vecinales, investigadores y docentes de la Universidad de Carabobo, para un estimado de 40 participantes.

En torno al tema, Jordana Ayala, gerente de Proyectos Socio Ambientales de la Fundación Tierra Viva, comentó que con este adiestramiento se estará brindando las herramientas necesarias para manejar las estrategias de adaptación al cambio climático para la ciudad de Valencia.

Por su parte Yoel García Morera, presidente del Instituto Municipal del Ambiente de la alcaldía de Valencia, señaló que todas las tácticas están enfocadas en el municipio y es una forma que tiene el instituto, dijo, de abordar el ajuste de acoplamiento a los parámetros mundiales sobre el cambio climático.

Indicó García Morera, que Valencia cuanta con abundante vegetación y por ende padece grandes problemas ambientales que hay que enfrentar, por lo cual, comentó, es preciso comenzar a trabajar en alianza con otras instituciones para impulsar las acciones de adaptación a las líneas internacionales para el cambio climático.

Diego Enríquez, coordinador de cambio climático de Ecuador, en su ponencia resaltó que hay un importante interés en intercambiar información y nuevos planes de trabajo para que el municipio Valencia pueda afrontar con éxito el impacto del cambio climático.

Acotó que es menester analizar todo lo vinculado a la emisión de gases tóxicos por el transporte público, manejo y conservación de ecosistemas, la producción agrícola, infraestructura, servicios, disposición adecuada de los residuos sólidos, uso de la energía en las industrias, entre otros temas, concluyó.

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