sábado, 20 de septiembre de 2014

¿Para qué se necesita un Ministerio del Ambiente? 2. ¿Quién garantiza el agua en Venezuela?



Nota previa de Alejandro: Las Naciones Unidas han considerado que el el acceso al agua potable es considerado un derecho humano: En tal sentido, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU en el 2002 estableció que "el derecho humano al agua otorga derecho a todos a contar con agua suficiente, a precio asequible, físicamente accesible, segura y de calidad aceptable para usos personales y domésticos"

Por su parte en Venezuela, la Ley de Aguas de 2007 define a la gestión integral de las aguas "como elemento indispensable para la vida, el bienestar humano y el desarrollo sustentable del país, y es de carácter estratégico e interés de Estado". Igualmente, el artículo 6 de la Ley Orgánica para la Prestación de Servicios de Agua Potable y Saneamiento del 2007 indica que: "A los efectos de esta Ley se entiende por servicio público de agua potable, la entrega de agua a los suscriptores o usuarios mediante la utilización de tuberías de agua apta para el consumo humano ...

Con estas ideas en mente, veamos algunas noticias recientes que nos hablan de la calidad del agua en Venezuela, principalmente centrado en las situaciones que en los últimos años se han venido denunciando referido al acceso al agua potable y a la calidad de las mismas. Varias de ellas se refieren a la situación existente con el Acueducto General del Centro, aunque esta situación en menor o mayor grado pudiera extrapolarse a otras regiones del país. 

A partir de las mismas, podremos tener idea del nivel en que se está honrando el derecho a un acceso al agua en condiciones de cantidad, calidad y continuidad necesaria para garantizar la salud y desarrollo de la población y, a partir de allí pensar si un ministerio de Vivienda tendría las capacidades técnicas e institucionales para asumir los mismos, y a partir de allí trabajar en  construir las instituciones que deberán garantizar nuestros derechos a un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado como todavía dice la Constitución.



_____________________________

4 claves sobre el racionamiento de agua potable en Venezuela


Prodavinci 7 de Mayo, 2014


1. ¿Por qué hay racionamiento de agua en Venezuela?
El presidente de Hidrocapital, Ernesto Paiva, se dirigió a la población para anunciar un Plan de Abastecimiento que regula el suministro de agua en Caracas, los Valles del Tuy y los Altos Mirandinos. La situación se presenta por los bajos niveles de lluvias que, en comparación con 2013, son críticos. Según el comunicado del MINCI los embalses de Camatagua, Taguaza y El Guapo se encuentran en un nivel óptimo, pero el embalse de Lagartijo descendió hasta la cota 158, lo que se entiende como un nivel de baja captación de agua. Según el Ministro del Poder Popular para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, el déficit del embalse de Lagartijo es de 2.500 litros por segundo.

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí


_____________________________

Venezuela registra séptima sequía más importante de los últimos 60 años


21 Junio de 2014. AVN.

La séptima sequía más importantes de los últimos 60 años se registra actualmente en Venezuela, informó este sábado el ministro para el Ambiente, Miguel Leonardo Rodríguez, quien señaló que esta sequía se ha manifestado de tres formas: moderada, severa y extrema.

Por su situación geográfica, Venezuela no posee cuatro estaciones sino un clima de poca variación anual que se caracteriza por dos períodos: uno seco, que va desde noviembre hasta abril, y otro de lluvia, desde mayo hasta octubre.

La temporada de lluvia está bien marcada por la línea de convergencia intertropical (masa nubosa).

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí

_____________________________

Falta de previsión multiplica los efectos negativos de la sequía


Javier Brassesco  20 de julio de 2014. EL UNIVERSAL

El daño que ha provocado la falta de previsión y el retraso de obras en materia de distribución de agua potable es mucho mayor que el que causa la sequía, según opinan varios expertos consultados. 

Si bien es cierto que Caracas (al igual que el resto del país) atraviesa un período seco que a grandes rasgos arrastra desde noviembre de 2012, también lo es que en los países tropicales siempre existen, de manera cíclica, veranos más fuertes que el promedio.

"En los países tropicales son normales estos cambios súbitos en las precipitaciones año a año, y muchas veces sucede, aunque no es algo matemático, que los períodos de lluvias intensas suelen ser seguidos por períodos de sequía", dice Abraham Salcedo, quien dirige el Instituto de Ingeniería Hidrometeorológica de la UCV. Basta con estudiar los datos recientes de ese pluviómetro para darse cuenta de que eso es así: años "secos" como 2002 y 2003 fueron seguidos por unos "lluviosos" 2004 y 2005, luego vino un período más estable hasta llegar a un seco 2009 que fue seguido por el año récord en lluvias, el 2010, cuando se registraron 1.655 milímetros de precipitación. "Era de esperar que las lluvias iban a decrecer a partir de entonces, pero se sigue sin hacer nada desde el punto de vista de la planificación", dice Salcedo. 

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí



_____________________________

Baussón: Venezuela está lejos de alcanzar las metas del milenio en servicio de agua potable



25 de agosto de 2014. Noticias24

El experto en saneamiento ambiental y ex presidente de Hidrocapital, José Norberto Baussón afirmó que Venezuela ha tenido un retroceso importante en el suministro de agua debido a que entre 15% y 20% de la población no tiene servicio de agua potable y tampoco servicio sanitario.

“Un pais en desarrollo como venia ocurriendo en Venezuela, tiene muchas exigencias en este sentido porque van creciendo inevitablemente y obliga a que los servicios también crezcan. Esto se trata de ponerle orden al sector, que la gente que allí trabaja lo haga con calidad”.

El también fundador del Instituto Municipal de Aguas de Sucre (MAS), dijo que el suministro a través de camiones cisternas es un sistema “obsoleto” que está volviendo a utilizarse y citó poblaciones como el municipio Iribarren del estado Lara y Valle de la Pascua en el estado Guárico donde llegan 14 y 100 camiones cisternas respectivamente.

“La meta del milenio es que en estos momentos Venezuela tuviera 95% de cobertura de agua potable y alrededor del 78% de aguas servidas y estamos muy lejos de esos números”.

Agregó que en Caracas deberían estar construidos cinco embalses adicionales que atiendan la demanda de una población que cada día va en aumento, entre ellos el de Macarao y La Encantada.

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí

_____________________________

El agua del chorro envenena

Jeanfreddy Gutiérrez @jeanfreddy 19 de septiembre de 2014. El Estímulo 

Es una realidad, el agua que se toma en Venezuela está contaminada. A pesar de que Hidrocentro asegura lo contrario, factores físico-químicos la muestran turbia, con exceso de cloro, baterías de desechos fecales y hasta metales pesados. La crisis de este año, de acuerdo a expertos de la UCV, no obedece a la sequía, sino a la poca capacidad de las potabilizadoras para procesar y dar debida limpieza al líquido que tomamos.

Es un hecho: las aguas se han vuelto escasas, turbias y su origen es misterioso. Los señalamientos oficiales de calidad, sequía y normalidad se estrellan contra los análisis académicos, los señalamientos de investigadores y los estudios científicos. Luigina Cercio, presidenta de Hidrocentro, organismo adscrito al Ministerio de Ambiente, encargado de la administración y tratamiento de las aguas en Venezuela, niega que estén contaminadas. Dice, asimismo, que el racionamiento obedece al cambio climático. Un repaso por la web de la hidrológica revela valores físico-químicos que la alteran y la hacen no tan inodora, incolora y libre de sabores. Contienen, además, invisibles aditamentos indeseables provenientes de las potabilizadoras —que se extenúan por hacer un trabajo insuficiente. Ya el líquido viene afectado por la falta de obras hidráulicas, los vertidos cloacales y la mala gestión ambiental.

El agua que surte Hidrocentro para Aragua, Carabobo y Cojedes, así como a Caracas por medio de la represa de Camatagua (estado Aragua), es un sistema que incluye al Lago de Valencia, que pasó de ser receptor de aguas cloacales a trasvasar cinco mil litros por segundo a Pao Cachinche. De este embalse, ubicado en Carabobo, pasa a otro, en el vecino Cojedes: Pao La Balsa. Ambos se conectan, respectivamente, con las potabilizadoras Alejo Zuloaga y Lucio Baldó, emplazadas en Carabobo. La contaminación por la mala potabilización provoca la aparición de cianobacterias, metales pesados y trihalometanos, estos son residuos de la reacción de la materia orgánica y el cloro, producto del insuficiente tratamiento recibido ante la presencia de excretas humanas y el uso excesivo de aditamentos químicos para mejorar sus características físicas.

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Para qué se necesita un Ministerio del Ambiente? 1. Los traficantes salvajes del cardenalito

Imagen tomada de www.armando.info



Nota previa de Alejandro: A partir de este momento comenzaré a divulgar trabajos de comunicadores venezolanos y de otras partes sobre situaciones ambientales existentes en este país, para que al final de cada uno de ellos nos preguntemos ¿Para qué debería servir un Ministerio del Ambiente en Venezuela? ¿Y qué perderemos al no tener más que un mero viceministerio de Ecosocialismo? ¿A quiénes les conviene ese cambio? y ¿quiénes ganan con el mismo?

En este primer artículo vemos como la riqueza biológica del país es explotada de manera ilegal y destructiva, y como solo unos pocos funcionarios con conciencia, preparación y muy pocos recursos están trabajando para intentar frenar este grave daño a la vida en nuestro país ¿Podrán seguir haciéndolo ahora que son funcionarios de un ministerio de constructores?


Los traficantes salvajes del cardenalito

Hasta 30 veces se revaloriza el precio de un ejemplar de Carduelis cucullata desde los montes del estado Lara hasta los mercados globales de criadores y coleccionistas. Tal vez sólo queden 400 silvestres, todos en Venezuela. Y mientras menos hay, más raros, caros y codiciados se vuelven. Conoce la lógica cruel del circuito que comercia ilegalmente –bajo amparo de la desidia y complicidad oficiales- con esta especie de ave, rumbo a la extinción.

MAOLIS CASTRO / LEIDYS ASUAJE

AMPLIACIÓN: La Fiscalía General de la República en campaña contra el tráfico de fauna silvestre en aeropuetos nacionales

Ramón García Molina había convertido su bolso negro en una jaula provisional el 17 de octubre de 2012. El interior de su morral parecía la maqueta de un edificio: había 85 celdas hechas de madera. Cada una tenía perforaciones para la entrada de aire, y contenía trozos de vegetales. Todo estaba preparado para cruzar, a las 8:50 pm, el océano Atlántico en el vuelo UX071 de Air Europa, de Caracas a Madrid.

García Molina, identificado con el pasaporte español número AA0347402, burló los escáneres y las revisiones de las autoridades venezolanas hasta que llegó al Aeropuerto Internacional de Barajas, que sirve a la capital española. Allí se sintió descubierto y abandonó la carga. De las 85 aves –colibríes, turpiales, periquitos, canarios de tejado, cardenales y cardenalitos– que sacó de Maiquetía como contrabando exótico, sólo 45 resistieron las ocho horas del vuelo. Las otras 40 llegaron muertas, según actas levantadas luego del hallazgo del alijo animal.

Las 45 aves sobrevivientes fueron repatriadas a Venezuela, pero el Ministerio del Ambiente sólo reportó a la prensa el rescate de 22, que fueron reanimadas e hidratadas por Protección Civil (PC) del estado Vargas (litoral central de Venezuela, donde se ubica Maiquetía) y enviadas al Parque del Este “Francisco de Miranda” de Caracas. El destino de las 23 restantes es una incógnita.

En PC de Vargas, el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai), la Guardería Ambiental y el Ministerio del Ambiente manejan la versión de las  actas, que narran la fuga de García Molina y repatriación de 45 aves. Sin embargo, las fuentes en esos entes indican que sólo están autorizadas para informar sobre el rescate de 22 ejemplares. Algunas llegan a admitir que la historia completa se ocultó “para proteger la imagen institucional”.

Yonatthan Torres, jefe de la Dirección Estadal ambiental del Distrito Capital y estado Vargas, quien participó en la repatriación, afirma ante las periodistas no tener mayores detalles sobre el caso: “Si mal no recuerdo, en él estaban involucradas cuatro personas. Se detectó gracias al Seniat (N. de R.: siglas del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria) y al Ministerio del Ambiente”.

Los cardenalitos –Carduelis cucullata, según su nombre científico–, eran los diamantes del lote incautado en Barajas. El ave, en peligro crítico de extinción, puede venderse hasta por 1.500 dólares fuera de Venezuela, país donde se concentra la población silvestre.

El tráfico del cardenalito es una travesía que pasa por muchos aeropuertos internacionales.  De apenas 10 centímetros de longitud y unos 12 gramos de peso, obsesiona a coleccionistas de todo el mundo por su intenso color rojo vivo, cabeza y parte de las alas negras, su canto melodioso y la capacidad de transmitir su tonalidad carmesí al cruzarse con el canario.

Para seguir leyendo este artículo en su fuente original marque aquí

martes, 9 de septiembre de 2014

Requiem para el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente o una nueva oportunidad para la política ambiental



Nota previa de Alejandro: Este muy completo análisis histórico nos permite comenzar a entender cómo llegamos hasta la actual situación en el cual ya el Ministerio del Ambiente parece una figura incómoda a ciertos intereses y lo mejor parece ser según sus objetivos: extinguirlo. Sólo queda la capacidad de la sociedad civil venezolana de reaccionar de diferentes modos para tratar de impedir este desafuero.



Jorge A. Naveda S.
Planificador de la Dirección General Sectorial de Parques Nacionales, INPARQUES. 
Profesor del Postgrado de Ingeniería Agrícola, FAGRO – UCV, Maracay y del Programa de Estudios de Postgrado Análisis Demográfico para el Desarrollo, IIES - UCAB, Caracas.

El martes 2 de septiembre del presente año, será recordado como un momento de quiebre en la política ambiental de Venezuela. En medio de las expectativas del discurso prometido por el Presidente Maduro que sacudiría los cimientos de la Revolución Bolivariana, los ambientalistas (chavistas y no chavistas) quedaron estupefactos frente al anuncio de la desaparición del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MinPPAmb), siendo fusionado, nada más ni nada menos, que con el Ministerio de Vivienda y Hábitat; para remate de colmos, le diseñaron un nombre sugestivo e insultante para todo aquel que ha creído y trabajado por la conservación y protección de los recursos naturales venezolanos: Ministerio de la Vivienda, el hábitat y Ecosocialismo. Nadie puede explicar con una lógica mínima, cómo se llegó a la conclusión en el Gabinete de Maduro, que la actividad de intervención de tierras con fines urbanísticos era compatible con las actividades de conservación y preservación de los recursos naturales, la biodiversidad, los ecosistemas y los paisajes naturales; algo que en cualquier parte del Mundo genera conflictos de interés, pero que por lo visto, Maduro y su Gabinete no ven ni entienden. 

Creado en 1976, el Ministerio del Ambiente Venezolano fue el primer ministerio de esta índole de toda América y el segundo en el Mundo, después del Ministerio del Ambiente francés. Su creación tuvo un gran impacto político en América Latina y en él trabajaron equipos multidisciplinarios de venezolanos y extranjeros, que ayudaron a desarrollar una serie de ideas novedosas sobre la planificación y la gestión ambiental, la ordenación del territorio y la conservación de los recursos naturales, ecosistemas y paisajes. Ello permitió la formación de varias generaciones de profesionales que se destacaron en su trabajo ministerial, lo cual les brindó la oportunidad de pasar al ámbito académico y continuar como docentes-investigadores en universidades venezolanas y del extranjero. Aun cuando la política ambiental venezolana siempre luchó por sus posiciones con otras políticas públicas a lo largo de diferentes gobiernos, el Ministerio del Ambiente siempre se destacó por su especialización técnica en áreas como, planificación y ordenación territorial, manejo de cuencas, canalizaciones, construcción de presas y embalses, así como la gestión de áreas protegidas y otros campos de la política ambiental que fueron desarrollándose con el pasar del tiempo. Entre los diferentes logros que pueden atribuírsele destacan de sobremanera: 1) el desarrollo de una amplia legislación ambiental que va desde leyes orgánicas, leyes ordinarias, normas técnicas, planes de ordenamiento y reglamentos de uso, etc.; 2) la ejecución del primer proyecto nacional de compilación de información ambiental e indicadores territoriales, denominados Sistemas Ambientales Venezolanos - 79; 3) la creación de una compleja red de áreas bajo régimen de administración especial (ABRAE) que incluyen a la áreas de protección ambiental, sitios de protección por riesgo de inundación, áreas para desarrollo integral agrícola, sitios  de seguridad y defensa, áreas para protección de infraestructura, áreas para puertos de aguas profundas y otras formas de usos especiales; y 4) una red de represas y embalses a lo largo y ancho del país que en su momento fue una de las más completas de Latinoamérica. Todo ello elevó el prestigio del país a nivel internacional, como una de las Naciones con mayores avances en materia ambiental, aun cuando su base económica seguía siendo la explotación petrolera, actividad altamente dañina al ambiente. 

Contradictoriamente, detrás de estos logros subyacen fuertes debilidades, que terminarían por resquebrajar la planificación y gestión que el Ministerio desarrolló; en primer lugar el modelo económico rentista que permeó al gobierno y a la sociedad venezolana, y que permitió al país vivir una “ilusión de armonía”, desvaneciéndose en la medida que dicho modelo fue haciendo aguas y perdió su fuerza socio política. Así por ejemplo, el costo de la gasolina, el cual es tan irrisorio y artificial, que hace imposible desarrollar proyectos de energía alternativa que compitan económicamente con los combustibles fósiles; ello trajo como consecuencia que el MinPPAmb no haya podido controlar los altos niveles de consumo de combustible y contaminación, siendo el país de América con la mayor producción de CO2 (6,5 Tm/per cápita/año) y de mayor consumo energético (2.669 Kg. Eq. Oil/per cápita/año). De esta forma, la política ambiental pierde ante la política del estímulo al consumo barato de gasolina. Un segundo factor de debilidad, es que las políticas ambientales no nacieron de las necesidades sentidas por la población venezolana, ni por la toma de conciencia de la gente que identificó algunos de sus conflictos cotidianos como problemas ambientales. Dichas políticas nacen de la inquietud de quienes ejercían el poder, que influenciados por las ideas internacionales y por la magnitud de la renta petrolera manejada por el Estado, estimuló formas sofisticadas de repartición de la renta a través de políticas ambientales. Ello hizo que las grandes mayorías no se identificaran con la necesidad de la protección y conservación ambiental, interpretando que dichas políticas impiden la explotación de recursos, restringen el trabajo y su desarrollo. La gente no logra identificar los beneficios tangibles e intangibles de vivir en un ambiente sano y libre de contaminación. 

De esta forma, el Ministerio logra desarrollar una amplia legislación ambiental, pero la misma es altamente costosa de aplicar y hacer cumplir; además, muchas normas no se adaptan a la gestión municipal. El proyecto de Sistemas Ambientales Venezolanos no continuó, quedando una serie de manuales que fueron envejeciendo en el tiempo y que no se han actualizado; además, su objetivo fundamental, era desarrollar el Plan Nacional de Ordenación Territorial, el cual se culminó 19 años después, cuando los entornos económicos, sociales y políticos habían cambiado a tal extremo que fue imposible su aplicación. Finalmente, la dimensión territorial del Sistema de ABRAE, con 390 áreas y más de 70 millones de hectáreas; así como sus disímiles objetivos de gestión, las hizo inmanejables. Esto debido a que nunca se desarrollaron las unidades administrativas especializadas para la gestión de los 25 tipos de ABRAES, lo que hubiese requerido un portafolio financiero por el orden del 1,7 al 6,7% del Presupuesto Nacional 2014, cantidad que no tiene ni siquiera el MinPPAmb. De esta forma, las políticas ambientales y su organismo ejecutor entraron, en los últimos años en un estado de crisis de relaciones y supervivencia, compitiendo con políticas económicas y sociales, que aportan mucho más votos electorales que la conservación ambiental, lo que terminó aislando al Ministerio, estrategia que utilizaron inteligentemente los grupos de inversión para el desarrollo, que generalmente son enemigos de las políticas ambientales. Otros indicadores de la debilidad institucional, son la elevada tasa de deforestación que sufren los bosques venezolanos, equivalente a 5.498,7 Km2 anuales, así como la destrucción y contaminación con mercurio que sufre el sur del país por la explotación del oro. 

Ya en 1999 Chávez, entre sus acciones iniciales para reducir el tamaño del Estado, planteó eliminar al Ministerio del Ambiente, pero su Gabinete y asesores le recomendaron mantenerlo por la importancia que tenía en materia de los derechos humanos y relaciones internacionales; además, si en el proyecto de la nueva Constitución se planteaba colocar al ambiente con rango constitucional y al “Desarrollo Sustentable” como imagen objetivo del país, hubiese sido poco creíble la propuesta sin un órgano oficial encargado de desarrollar la política ambiental. 

Durante la crisis del 2002 – 2004, las tensiones políticas, económicas y sociales, hicieron que las políticas ambientales pasaran a tener muy poca relevancia, pero el Ministerio manteniendo su carácter técnico ambiental, fue recuperando espacios políticos dentro del Gobierno y en la opinión pública, lo que le permitió desarrollar proyectos con dinero proveniente de organismos internacionales e ir adaptando sus acciones a los nuevos esquemas de políticas de planificación participativa, con lo que se desarrollaron una serie de estrategias dirigidas a la gente y sus problemas más directos. Pero en el 2005, las pugnas de los grupos de poder dentro del Gobierno llevaron al Ministerio a una radicalización ideológica interna, lo que condujo a cambios radicales en sus directivas, sacando definitivamente del juego político a las posiciones técnico ambientales e imponiéndose el discurso social. Así, la planificación y manejo de recursos quedó de lado, para desarrollar políticas inmediatistas como Misión Árbol, el programa de reconversión minera, los congresos de biodiversidad que terminaban en lineamientos políticos que nadie ejecutaba, se desmantelaron los equipos técnicos claves para hacer más laxa la permisería, se redujo el personal de campo, abandonando la vigilancia y control de las ABRAE del MinPPAmb; y las unidades asociados a contratos de infraestructura y mantenimiento, así como las de manejo forestal, pasaron a ser unidades con dudosos procedimientos ambientales. 

Si bien entre el 2005 y 2010 el Ministerio redujo su capacidad de control ambiental, varios grupos continuaron trabajando en proyectos de planificación, tratando de no perder el norte de la institución, pero de estos proyectos, casi ninguno llegó a aprobarse y publicarse en Gaceta Oficial. Era una especie lineamiento no declarado, en el cual no debían salir nuevos planes de ordenamiento. A partir del 2011, la debilidad del Ministerio llegó a tal extremo, que incluso para evitar fracturas políticas dentro de PSUV, se negociaron cuotas de poder con el Frente Francisco de Miranda, por lo que se le entrega de forma incondicional al Instituto Nacional de Parques. Así, el otrora Ministerio de las grandes políticas ambientales y que se mantenía al día en los temas ambientales mundiales, dejó de existir hace algún tiempo, quedando un Ministerio agotado y vapuleado por la politiquería sin sentido, discursos vacíos de contenido técnico y que aun los pocos grupos de trabajo que se mantenían a favor de una política ambiental, se convirtieron en grupos incómodos de sobrellevar. De esta forma, el discurso de Maduro fue solo la estocada final de algo que se podía esperar. 

Revisando el Decreto N° 1.213, G.O. N° 40.488 del 02/09/2014, donde se fusionan el MinPPAmb con el Min. Vivienda y Hábitat, pueden intuirse algunas de las modificaciones o supresiones. En el caso del Viceministerio de Planificación y Ordenación Ambiental, este podría pasar al Ministerio PP de Planificación, lo cual podría ser una oportunidad para desarrollar estrategias ambientales desde este despacho de alto peso específico. La Dirección General de Bosques, podría pasar al Ministerio PP de Agricultura y Tierras; el Viceministerio de Aguas queda acéfalo, ya que no hay un Ministerio de Obras Públicas o algo similar, la alternativa es que quede en Vivienda, pero las exigencias de este Viceministerio rebasan las capacidades de este último; la permisería ambiental debería pasar a la nueva autoridad única dirigida por Dante Rivas; y finalmente la Oficina Nacional de Diversidad Biológica tiene una alta probabilidad de desaparecer, ya que tampoco existe un Ministerio que se identifique con sus funciones. En este caso, la única alternativa sería una potencial reestructuración del Min. PP Agricultura y Tierra, creando una unidad de Recursos Natural, como la tuvo en décadas pasadas el antiguo Ministerio de Agricultura y Cría, algo que su actual ministro conoce muy bien. 

Asumiendo una posición más optimista, la desaparición del MinPPAmb, podría convertirse en una gran oportunidad para el desarrollo de un nuevo esquema de políticas ambientales. Sin el organismo que legalmente ejercía un poder centralista y aprovechando ese vacío de poder, las gobernaciones y alcaldías podrían posesionarse de una política ambiental regional y local que no se ha desarrollado hasta ahora, cambiando el perfil de los lineamientos nacionales por esquemas de acción local que permitan vínculos directos entre los problemas cotidianos de la gente con el asunto ambiental. Así, las alcaldías deberían romper con el primitivo esquema de gestión de los desechos sólidos a través de empresas de servicio que monopolizan los megacontratos y generar un sistema participativo de clasificación de desechos sólidos. Podrían desarrollar sistemas de parques de recreación interconectados con corredores verdes que mejoren la calidad de vida en las zonas urbanas y estos a su vez, contener plantas de tratamiento de aguas servidas con filtros de plantas vivas integradas a las zonas verdes y donde cada urbanización asuma el mantenimiento de dichos sistemas de tratamiento. Generar asociaciones entre los gobiernos locales, empresas privadas y ONGs ambientalistas, para programas de educación ambiental y de desarrollo sostenible. Las gobernaciones tienen la oportunidad de desarrollar sus propios Planes de Ordenación y sus sistemas de áreas protegidas regionales en asociación con empresas privadas y grupos civiles de interés local. Estas son solo algunas ideas, pero deben haber muchos otros proyectos ambientales que las gobernaciones y alcaldías puedan desarrollar y que hasta ahora el omnipresente y todo poderoso MinPPAmb no dejaba hacer ni promovía. Convirtamos lo que parece la muerte de la política ambiental nacional, en el nacimiento de las políticas verdes de los gobiernos regionales. El camino está abierto y la gente está ávida de respuestas y nuevas alternativas.  

sábado, 6 de septiembre de 2014

El eco del ambiente en el regreso al futuro del Socialismo del Siglo XXI (Venezuela)






Nota de Alejandro: En este artículo sobre la fusión del ministerio del ambiente dentro del ministerio de vivienda, María Pía Bevilacqua hace un excelente recorrido histórico sobre los antecedentes e historia de la institución que hasta ahora era responsable de la gestión ambiental del país y que ahora se quedará como mirona de palo frente a los atropellos del desarrollismo venezolano de los últimos tiempos.


Mariapia Bevilacqua, Bióloga investigadora, Presidenta de ACOANA

Venezuela creó en 1976 el primer Ministerio del Ambiente en Latinoamérica, en una época donde las corrientes globales del pensamiento económico, social y ambiental convergían en postular que la planificación del desarrollo debe alcanzar como meta suprema la calidad de vida, a través de incrementos en la productividad y la conservación del ecosistema donde se localizan las actividades económicas.  

El país hizo suya esa visión de concebir el desarrollo basado en las capacidades de cada ecosistema, considerando las necesidades económicas del desarrollo pujante de la nación, con los aspectos económicos y culturales propios de cada ecosistema, para optimizar su aprovechamiento y evitar la degradación del ambiente, así como las acciones depredadoras. De los Ministerios de Obras Públicas (1874) y Agricultura y Cría (1937), salieron los pioneros y prohombres que trazaron el camino hacia el desarrollo de la nación, impulsando la sustentabilidad ambiental en su modelo de desarrollo.

La venezolanización de ese pensamiento de vanguardia, llamado Ecodesarrollo, dejó huella profunda en el país y la región latinoamericana, gracias al tránsito de un equipo humano de excepción (profesionales, técnicos y obreros), comprometido con la misión encomendada al Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (1976) y su recién adscrito Instituto Nacional de Parques, reestructurado en  1978 para gestionar las joyas de la corona de la herencia patrimonial ambiental de Venezuela: los parques nacionales y los monumentos naturales.

Logros alcanzados incluyen el compendio técnico más comprehensivo de los Sistemas Ambientales de Venezuela hasta la fecha, la aprobación de la Ley de Ordenación del Territorio y la Ley Penal del Ambiente, la protección estricta el 15% del territorio nacional con excepcional belleza paisajística, cuencas hidrográficas estratégicas para campos y ciudades, hábitats de fauna y flora de valor universal y ecosistemas únicos con poblamiento ancestral y autóctono. Se logró también la protección del 40% del territorio nacional a través de un complejo régimen de administración especial, para salvaguardar paisajes socio-productivos con valor de conservación y mitigar el daño ambiental permitido por las actividades económicas, necesarias para el desarrollo del país.

Fue un ministerio no si pocos intereses económicos y enemigos, impopular en el Consejo de Ministros y el Congreso de la República, por poner freno a los intereses y presión permanente hacia la productividad insostenible, fomentada en la ambición desmedida de los grupos de poder de turno.

En los últimos 25 años el Ministerio del Ambiente fue silenciado, debilitado, hasta quedar sin voz y en estado de coma. Al igual que Gustavo Cerrati (ídolo del rock Latinoamericano) y Joan Rivers (comediante norteamericana del fashion show), un anuncio oficial decretó el fin de su coma, y fallecimiento el 2 de septiembre de 2014 al señalar la fusión de los restos del despacho Ambiente con la Misión Vivienda. Lo nombraron  Ministerio del Poder Popular para la Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo.

El componente Vivienda y Hábitat del nuevo despacho tiene trayectoria en  los desarrollos habitacionales de Fuerte Tiuna, donde es flagrante la violación de variables urbanas y ambientales, con claro desprecio a los futuros habitantes y vecinos, así como pérdida de la calidad ambiental del entorno. La ausencia de control por la autoridad ambiental, nos da cuenta del dantesco futuro en pasivos ambientales y pérdida del patrimonio ambiental que dejará en herencia este nuevo Ministerio y el Gobierno Nacional que tiene 15 años de turno al bate: la construcción de viviendas en los Parques Nacionales Médanos de Coro y Henri Pittier; el desarrollo de infraestructura en el icónico Parque del Este de Caracas; el puente en el Parque Nacional Laguna de La Restinga; la contaminación inimaginable de aguas de consumo en el Lago de Valencia y cuencas vecinas; el crecimiento periurbano en el camino de los españoles, puerta histórica de entrada a la Caracas del siglo XVII en el Parque Nacional El Avila y la destrucción de la Zona Protectora de Caracas, a niveles sin precedentes, con la construcción de Ciudad Caribia en terrenos de bosques densos inexplorados por la ciencia en vertientes montañosas verticales de la Cordillera de la Costa.

La región Guayana se suma a la larga noche del abandono ambiental del país, en manos de los nuevos filibusteros, bucaneros, piratas y conquistadores del siglo XX, quienes en alianzas y con beneplácito de los locales, transforman la provincia en tierra de nadie y de todos, emporio para el delito, la arbitrariedad, el desamparo gubernamental, el crimen organizado, los enfrentamientos de sindicatos, el narcotráfico, las enfermedades endémicas tropicales, el saqueo de territorios indígenas y sus riquezas, y un largo etcétera de rapiña, desgracias ambientales y tragedias etnocidas, que cubren con oscuridad la espléndida provincia de Guayana.

Del Ecosocialismo (epíteto del nuevo ministerio) tenemos poca información, más allá del nivel discursivo reiterativo al cansancio que atribuye todas las causas de la crisis ambiental y civilizatoria al neoliberalismo, al imperialismo, a la globalización y al capitalismo, madre de todos los males.  También sabemos de voces ilustradas en la cancillería que hacen campaña política de cumbre en cumbre para salvar el planeta, y atraer con pasión febril nuevos adeptos al modelo de país en revolución, que consolida a paso de vencedores el nuevo Virreinato de La Habana y su capitanía general en tierra firme venezolana.

Venezuela pasó a ser el primer país de Latinoamérica que eliminó su Ministerio del Ambiente, y nos dejó el eco de la cartografía de un territorio fantástico, convertido hoy en la provincia fantasma de la Guayana de los siglos XVI-XVII, en este regreso al futuro que nos trajo el Socialismo del Siglo XXI.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Degradar el Ambiente. Artículo de Alejandro Luy



Por: Alejandro Luy, Gerente General - Fundación Tierra Viva.

El martes 3 de septiembre se creó un nuevo ministerio, producto de la fusión de otros dos, Vivienda y Ambiente, nombrado como "Ministerio del Poder Popular de la Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo".

Quienes tenemos al ambiente como ámbito de trabajo vemos ésta decisión como un notable retroceso para un país que mostró un liderazgo en materia ambiental a mediados de los 70 cuando creó el primer Ministerio del Ambiente de América Latina y el Caribe y el segundo a nivel mundial.

En nuestro criterio la "desaparición" de la palabra AMBIENTE del nombre del Ministerio no es poca cosa ya que menosprecia, degrada, la importancia del sector para el desarrollo sustentable del país, y creemos que ello se traducirá en más deterioro de las condiciones ambientales y con ello la calidad de vida del ciudadano.

Hay motivos significativos que justifican la existencia de un Ministerio del Ambiente en nuestro país, un rango que representa - al menos de manera enunciativa -  el reconocimiento que el estado le da a ésta materia.

El territorio de Venezuela equivale escasamente el 1% de la superficie del planeta, pero nuestro país está entre los países con mayor diversidad de aves, reptiles, peces, mamíferos y anfibios.  Venezuela es –sencillamente- uno de los 10 países megadiversos del mundo. Esa diversidad de especies y ecosistemas está protegida principalmente en 43 parques nacionales creados entre 1937 y 1993, que cubren cerca del 15% del territorio del país.

Para entender la importancia de estas áreas protegidas en el desarrollo de Venezuela podemos mencionar 3 datos concretos:


  • El 70% de la electricidad del país depende de parques nacionales, incluyendo el Parque Nacional Canaima que protege la cuenca de los ríos que alimentan al complejo del Guri.
  •  El 80% del agua del país es garantizada por cuencas hidrográficas protegidas por unos 20 parques nacionales.
  •  La diversidad biológica es fuente de alimento (peces, moluscos, artrópodos), empleo (turismo principalmente), esparcimiento (playas, áreas de recreación) y medicina para nuestros ciudadanos.


Hay motivos para creer que cuando el "ambiente" pasa a ocupar un papel secundario detrás de "Vivienda", la prioridad de los planes y programas no estarán sustentados en el entorno natural y la su importancia de su conservación para el desarrollo de las generaciones actuales y futuras, sino en el "pueblo y sus necesidades" de corto plazo.

En 2011 funcionarios del Instituto Nacional de Parques (Inparques) denunciaron la intención de construir viviendas dentro del Parque Nacional Médanos de Coro en el estado Falcón por parte del Ministerio del Poder Popular para las Comunas.  En otras áreas protegidas se han producido invasiones ilegales para la construcción de viviendas, las cuales no fueron debidamente paralizadas. En todos los casos el argumento para la defensa de las acciones fue el derecho a la vivienda, aun violando las leyes que protegen nuestras áreas protegidas.

No estamos en la posición de afirmar que el que hasta ayer fuera el Ministerio del Ambiente estuviera viviendo su mejor época.  Para 2014 el presupuesto del Ministerio del Ambiente equivalía al 0,43% del presupuesto de la nación y el Inparques (adscrito a este ministerio) aproximadamente el 0,07%.  En el último año muchos planes y proyectos en áreas protegidas como los Parques Nacionales Morrocoy y Canaima, o la solicitud de desalojo de la Fundación Científica Los Roques del Parque Nacional Archipiélago de Los Roques, han ocurrido sin ninguna opinión por parte del Ministerio del Ambiente o Inparques. Así parte de la acción y decisiones de estos entes ya estaban confiscadas por otras instituciones del gobierno central.

Pensamos, que este nuevo ministerio donde el ambiente se degrada, será menos capaz de enfrentar la defensa de la conservación del ambiente y trabajar por la solución de problemas ambientales (abastecimiento y calidad del agua, desechos sólidos, deforestación, contaminación mercurial, entre otros) que amenazan el desarrollo sustentable de Venezuela.

A falta de un Ministerio del Ambiente, los ciudadanos, las comunidades organizadas y las organizaciones de la sociedad civil  tendremos -más que nunca- que velar por el cumplimiento del Artículo 127 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:


  • Es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí misma y del mundo futuro. Toda persona tiene derecho individual y colectivamente a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado. El Estado protegerá el ambiente, la diversidad biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y demás áreas de especial importancia ecológica. (....)
  • Es una obligación fundamental del Estado, con la activa participación de la sociedad, garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación, en donde el aire, el agua, los suelos, las costas, el clima, la capa de ozono, las especies vivas, sean especialmente protegidos, de conformidad con la ley.

Nota final: Lo único que yo agregaría a este excelente artículo es que este fue el único cambio de la estructura de un ministerio en las decisiones recientes, sin que hasta el momento haya podido encontrar una línea de la razones para el mismo, por ello me pregunto cuáles son los intereses detrás de la misma, espero que me las puedan dar, en particular mis amigos seguidores del ecosocialismo como enfoque político ambientalista.